En verdad, no es que los políticos transmitan demasiada confianza y tampoco es que Boehner sea el paradigma de la credibilidad, pero al mercado no le quedan muchas más alternativas que apostar porque este tipo va a hacer honor a sus palabras. Sus palabras, más que sinceras, parecían el resultado de ese patriotismo yankee que no se comprende demasiado bien por estos lares, pero algo es algo.

¿Quiere eso decir que está dispuesto a elevar el techo de deuda llegado el caso sin contraprestación por parte demócrata? Me temo que no, pero también me temo que ha dado una baza a los demócratas que no van a desaprovechar y eso tampooco es bueno. Llevadas las cosas al extremo, la presión de los republicanos es mala y la negativa a realizar ajustes de los demóicratas no es mucho mejor.

Claro que el problema no está en realizar ajustes, sino en donde. En esto no son tan distintos de España. Todos sabemos donde hay que ajustar y recortar, incluido el Gobierno. Luego, por supuesto, se recorta en otros sitios, no vaya a ser que algún politicastro de tres al cuarto vea menguados sus emolumentos por la razón que sea.

Allí el caso es de otra forma. Hay que aligerar el gasto del Estado, nadie lo duda, pero los republicanos pretenden imponer que se recorte todo de un solo sitio, el MediCare. Ni qué decir tiene que los demócratas se niegan a aceptar esta idea y eso es en el fondo lo que tiene paralizado a Estados Unidos.

Las palabras de Boehner puede ser un paso en la dirección de un posible acuerdo o, al menos, una sugerencia de que puede estar a punto de terminar su tradicional intransigencia.

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,51%, el S&P 500 un 0,71% y el Nasdaq Composite un 0,89%, Boehner ha hablado y los mercados han reaccionado. Al menos algo se mueve, ya veremos a dónde nos lleva,