Christy Turlington, Naomi Campbel y Linda Evangelistas, eran conocidas como la “Trinidad” en el mundo de las supermodelos de finales de los 80. Cada una llevó su rumbo y Christy, madre de dos hijos, decidió implicarse hace tres años con las mujeres  que paren con la invisibilidad de la pobreza. En 2010 creó “Every Mother Counts”, una asociación sin ánimo de lucro que trabaja para ayudar a las futuras madres durante el embarazo y el parto. En África, América del Sur y Asia, la asociación forma, informa, cura y salva vidas. La cruda realidad es que cientos de miles de mujeres y niñas en el Planeta mueren cada año debido a complicaciones en el embarazo y el parto.

Últimamente se prodigan las carreras femeninas, quizás, un eufemismo para conseguir los objetivos más rápidos a base de correr y correr. Kenzo y su amapola han querido ir más allá. Han organizado el FlowerWave con vocación de continuidad. Una carrera solidaria de cinco kilómetros por las afueras de Madrid, que ha contado con la participación de mujeres guapas por dentro y por fuera. Adriana Ugarte (“Tiempo entre costuras” que se bate los lunes en duelo con Michelle Jenner en“Isabel”), Toni Acosta, que acaba de terminar de grabar “Con el culo al aíre”, Aida Folch, que pronto estrena película también con fondo social, Ana Rujas o Cristina Tossio, se enfundaron sus zapatillas, la camiseta Kenzo Flower, cogieron su amapola roja y a correr con las cuatro torres de Madrid como fondo del paisaje.

Como el evento ocurría este fin de semana, gracias a Dios con buen tiempo, y ya no hay forma de participar, al menos corriendo, se les ha ocurrido dar continuidad y abrir la mano a todos, eso incluye a los hombres, también gracias a Dios.  Han creado un vídeo participativo en Facebook para que el que quiera se una a una cadena virtual y se grabe pasándole una amapola a otra persona, por cada  amapola que uno pase, en la que se espera que sea una larga fila de pasadores solidarios, KENZO Parfums dona un dólar a la asociación Every Mother Counts. Por cierto, que existe la posibilidad de enviar virtualmente amapolas. Por cada amapola enviada, la asociación también recibe un dólar.