Las previsiones económicas de la UE fueron una excusa perfecta para que Wall Street recortara de lo lindo en el comienzo de la sesión, pero apenas media hora después los índices comenzaron una clara recuperación de la que ha salido una situación realmente muy mejorada.

La clave de la reacción hay que buscarla en la publicación del dato del ISM, que batió las expectativas de los analistas y que habla claramente de una situación de franca recuperación en la industria estadounidense. Fue salir el ISM y cambiar completamente el panorama, como si los inversores hubieran disipado las dudas que les atenazaban.

¿Quiere esto decir que el panorama aparece ya despejado? Técnicamente, la caída y la recuperación de hoy hablan de niveles fuertes de soporte en la zona de los 1.757 puntos del S&P 500. Son zonas que ya se han probado en otras dos ocasiones y que han funcionado bien. Desde ahí pueden sentarse las bases de una recuperación sostenida de las cotizaciones que, en realidad, están muy cerca de sus máximos.

Eso sí. Todo el mundo va a seguir pendiente de la Fed y de sus decisiones sobre los estímulos, por lo que vamos a seguir pendientes de un hilo.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,13%, el S&P 500 un 0,28% y el Nasdaq Composite avanzó un 0,08%