La secuencia del Dow Jones en los últimos días es de esas que se dan pocas veces, así que les pongo el gráfico para que se lo queden si quieren porque tardará en repetirse:

Como lo ven. Un martillo alcista que da paso a un máximo y a dos envolventes, la primera bajista y la segunda alcista, que nos lleva a otro máximo histórico. Como secuencia no está nada mal y habla bien a las claras del momento delicado por el que atraviesa el mercado.

Todo está cogido con papel de fumar y el equilibro es tan frágil que en cualquier momento puede saltar por los aires. Hace cuatro sesiones estuvo a punto de reventar hacia abajo, pero la reacción fulgurante cambió el sesgo de y bajistas pasamos a alcistas en apenas unas horas. Dos días después, el nuevo máximo fue el punto de partida para un rejonazo bajista en toda regla y hoy, cuando todo parecía irse al garete antes de la apertura, en realidad no llevaron al cielo.

Tan raro está todo que hay quien defiende que tras la reacción inicial al buen dato de creación de empleo, tremendamente negativa, fue la confianza del consumidor, mala de solemnidad, la que calmó los ánimos y llevó al mercado en volandas hacia arriba.

Disculparé esta tesis porque en un mercado loco puede pasar cualquier cosa, pero para mí tengo por cierto que en importancia concedida por el mercado, la confianza del consumidor no le llega al dato de creación de empleo ni a la suela de los zapatos, así que difícilmente va a pesar más en el ánimo de los inversores.

Mi impresión es que la primera lectura fue la tradicional de «un buen dato que acerca la retirada de estímulos» y la segunda fue «pero la tasa de paro sigue creciendo y mientras siga así la Fed no va a retirar los estímulos». En un solo dato las dos caras de la moneda y en realidad la moneda cayó de canto.

Lo cierto es que el dato refleja un poderío económico superior al previsto, lo que está bien en líneas generales y que la tasa de paro siga a su bola y no caiga pese a la espectacular creación de empleo juega a favor de quienes prefieren estímulos casi de por vida.

¿Y qué pinta en este escenario la confianza del consumidor? Absolutamente nada. Fue el empleo el que espoleó al mercado, o más bien el aumento de la tasa de paro fue lo que puso al mercado como una moto, al punto de que el Dow Jones haya respondido a la envolvente bajista de ayer con una envolvente alcista hoy. A eso se le llama reacción rápida y decidida.

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 1,08%, el S&P 500 un 1,34% y el Nasdaq Composite un 1,61%.