Vaya por delante que la sesión fue en toda Europa de bastante debilidad y escasa volatilidad. Ni siquiera el vencimiento de opciones de tercer viernes de mes animó un poco el cotarro. Pero incluso en estos días en los que apenas hay historia, la historia se escribe diferente.
El Dax, metido de lleno en su dinámica alcista y alentado por la cada vez más próxima formación de un gobierno de gran coalición en Alemania, sigue marcando máximo tras máximos.
En el otro extremo, el Ibex y el Mibtel, metidos en su propia dinámica, se han enrededado en el mercado de bonos. La rentabilidad de sus bonos a diez años lucha por bajar del 4% en el mercado secundario, pero van ya muchos días en los que no hay forma. Ahí siguen, cada vez con menos fuerzas.
En el caso del selectivo español, el hecho de que los bancos sea el sector que anda más de capa caída en toda Europa no favorece. Todos sabemos el peso que tiene la banca en el selectivo español y si CaixaBank se empeña en caer y caer, al final siempre hay algo de contagio y de imposibilidad de seguir adelante.
Complementariamente, valores que destacaron especialmente en las últimas subidas han dedicado el sesteo del mercado a corregir desde máximos, incluso con alguna fuerza, como es el caso de Jazztel, Sacyr, OHL o FCC,. y las sesiones se han quedado sin chispa.
Y en el selectivo español, cuando no hay chispa suele haber penas. Unos tanto y otros tan poco. Para todos es igual que el Eurostoxx esté ante una de las resistencias mas importantes que puede encontrar, pero parece que el asunto va sólo con el Ibex, el PSI portugués o el Mibtel. Hubo días que pareció ir también con el CAC, pero el índice francés parece haber puesto las pilas y sigue al Dax como un perrillo.
Ya ven, entre el ya famoso 4% del bono y el Eurostoxx nos llevan por la calle de la amargura a los periféricos. Sólo el Dax sigue a lo suyo y cualquier día si las cosas siguen como están, se harta de tirar del carro y nos hace polvo de verdad.
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