Sin duda, Janet Yellen tiene muchos más datos que yo y más fiables. Yo apenas si me guío por la correlación entre bonanza económica y los índices de Wall Street y como soy muy burro no veo una burbuja, veo un burbujón.

Si quiere usted, señora Yellen, trate de convencerme de que esta burbuja la va a manejar usted de cine, que como la han creado ustedes lo tienen todo bajo control o lo que se le pase por la cabeza. Pero negar la evidencia es de necios.

Pues eso, que el mercado debe ser necio del todo, o no. Si Yellen dice que no hay burbuja, a mandar. Nos lo creemos y punto. Otro nuevo máximo histórico en el Dow Jones y en el S&P 500 y todos tan contentos.

Yo imagino más contentos que a ninguno a todos los que han soltado lastre aprovechando estos máximos, porque alguien está vendiendo y haciendo liquidez, es decir, materializando pingües beneficios. ¿Adivinamos quien está vendiendo ahora?

Nada de preocuparse que esto tiene toda la pinta de querer seguir subiendo un rato más, si nada lo impide. La excusa de hoy fueron dos datos malos. Y como no hay burbuja, eso le da a Yellen más argumentos para no recortar los estímulos.

El razonamiento es tan simple como eso. Tiene narices que en un mercado hipersofisticado, en el que las décimas de segundo pueden ser vitales, al final todo se decida por una lógica simplista de este tipo que además está respaldada por una falsedad. Pero ellos sabrán lo que hacen…

Al cierre, el Dow Jones avanzó un 0,54%, el S&P 500 un 42% y el Nasdaq Composite un 0,33%.