Si la Fed decide la semana que viene que los estímulos entran en fase de retirada, poco importará que inmediatamente después diga que «de momento solo serán 5.000 millones para poder regular la relación inflación-crecimiento-estímulos adecuadamente». Lo que entenderá el mercado, les guste o no es que la retirada ha comenzado.

Eso es lo que pensábamos hasta ayer y lo que hemos vuelto a pensar hoy, tras un breve paréntesis de horas en el que Wall Street nos hizo dudar a base de pasar absolutamente de los rumores acerca del ‘minitapering’ y, sobre todo, de las declaraciones de James Bullard, que eso es mucho más que un rumor.

Afortunadamente, hoy las cosas han vuelto a responder a lo que normalmente deberían responder. Poco movimiento, volatilidad muy contenida y cierres en negativo aunque sin grandes crispaciones a la espera de que vayan tomando forma las decisiones de la Fed.

Cierto es que hoy se ha hablado también del presupuesto, de esas cuentas sobre las que se ha dado por hecho el acuerdo ya varias veces pero que siguen sin estar definidas. Avanzan los días y los plazos de acortan. Más de uno ve de nuevo un maratón negociador y las malas artes de demócratas y republicanos en pleno apogeo justo horas antes de que termine el plazo que se dieron tras pactar la reapertura de la administración.

Ambas excusas están muy cogidas por los pelos, pero sirven para llenar de contenido algo que no lo tiene. Bajó porque la sesión de hoy ha sido la continuación del último tramo de la de ayer, cuando el S&P 500 no se aguantó en la zona de máximos:

Un tripe techo en la zona de ataque a los máximos ha hecho retroceder a Wall Street ‘sí o sí’ y lo de la Fed y el Presupuesto son meras excusas. El gráfico habla de falta de fuerzas y necesidad de un descanso antes de afrontar nuevos retos. No sería nada extraño que bajara aún un poco más…

eso sí, lo que parece bastante claro es que para las subidas, Wall Street se ha decantado por las reacciones fulgurantes, incluso excesivas. De esas que salen al día siguiente en los periódicos y son un magnífico anzuelo para captar carnaza a la que hacer perder su dinero. Pero para las caídas, la opción elegida es el goteo. Poquita cosa cada día, pero con contumacia.

Ya veremos si dura o si a medida que se va acercando la fecha clave de la reunión de la Fed las cosas se van poniendo o más tensas o más alegres. Todo dependerá de lo que se prevea que va a ocurrir en esta reunión que a todo el mundo se le antoja decisiva.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,33%, el S&P 500 un 0,32% y el Nasdaq Composite un 0,20%. Ya lo ven, volvemos al goteo a la baja.