El gráfico del Dow Jones en velas de cinco minutos explica claramente lo que digo:

Todo llevaba una velocidad de crucero realmente estimable pero se torció bastante en el último tramo de la sesión, lo que enturbia un poco el perfil de la mejor semana de los índices americanos desde el pasado septiembre.

La subida se hizo a lomos de un aumento del PIB del 4,1% en el tercer trimestre, mucho mejor que los pronósticos más optimistas y a pesar de que desde China llegan evidencias de que el interbancario se ha vuelto a descolocar, como ya ocurriera el pasado verano. Hoy las noticias de China no tuvieron ningún valor para Wall Street, que sigue aparentemente entusiasmado con el ‘tapering’.

Al cierre, el Dow avanzó un 0,26%, el S&P 500 un 0,48% y el Nasdaq Composite un 1,15%. El índice del mercado tecnológico no siguió la estela tan acusadamente bajista de los otros índices.