Reforma fiscal: Los expertos proponen bajar IRPF, otro Impuesto de Sociedades y subir el IVA

14/03/2014

Ángel García Moreno. La propuesta planteada por la Comisión de Expertos al Gobierno propone una reforma fiscal en dos fases.  //  Informe del Comité de Expertos sobre la Reforma Fiscal (pdf)

La primera a partir de 2015 con la reducción de tipos y tarifas en IRPF y Sociedades y supresión del Impuesto de patrimonio. La segunda una reducción de cotizaciones con eventuales crecimientos del tipo general del IVA para cuando se estabilice el sistema de pensiones.

El presidente de la Comisión de Expertos para la reforma fiscal, Manuel Lagares, presentó este viernes a los medios de comunicación las propuestas que han presentado al Gobierno para una profunda reforma fiscal. En total son 125 propuestas con 270 modificaciones impositivas incluídas en un documento de 444 páginas de texto.

La presentación de las medidas propuestas por los expertos tuvo lugar en el Ministerio de Hacienda y según explicó Lagares, el informe plantea una reforma integral del sistema fiscal que contribuya a modernizar la economía española e impulse el crecimiento y la creación de empleo. Afecta a la totalidad de los impuestos y a las cotizaciones sociales.

El presidente de la Comisión de Expertos explicó que la reforma propuesta por los expertos contribuiría en un 0,5% anual al crecimiento económico y del empleo compatible con una ligera aceleración de la senda de reducción del déficit público.

Además la rebaja de las cotizaciones sociales, podría tener, dependiendo de su cuantía, un impacto anual en el crecimiento económico y la creación de empleo de un 0,7% del PIB con una apreciable contribución adicional a la reducción del déficit público.

La reforma fiscal propuesta por la comisión de expertos incluye una rebaja de unos 10.000 millones de euros en la imposición directa, en la que se incluyen IRPF, Sociedades e impuestos patrimoniales, que quedaría compensada con un incremento similar en la imposición indirecta, en la que figuran impuestos como el IVA o los medioambientales.

Manuel Lagares afirmó que la propuesta de los expertos supone una reforma «profunda, amplia y completa» que mantiene la recaudación y que garantiza un sistema fiscal «más progresivo». Además, expresó su confianza en que la reforma fiscal que se produzca en España sirva para que las personas que actualmente pagan sus impuestos «paguen menos» y los que no pagan impuestos «paguen más».

En su informe, que ha tenido en cuenta las recomendaciones de la UE, FMI y la OCDE, los expertos proponen una importante rebaja del IRPF, un nuevo Impuesto de Sociedades que ayude a recapitalizar las empresas, una reforma del IVA que no afecte sustancialmente al consumo privado y una reforma de los impuestos especiales y medioambientales orientada a proteger el entorno natural español.

Además plantea una profunda reforma de la imposición patrimonial, medidas para la lucha contra el fraude fiscal y propuestas para avanzar en la unidad de mercado y la neutralidad fiscal.

Dos grandes bloques de reforma

La propuesta de la Comisión de Expertos propone dos grandes bloques de reforma. Una reducción compensada de los impuestos directos y una devaluación fiscal.

La reducción compensada de los impuestos directos debería entrar en vigor el 1 de enero de 2015 e incluye:

Reducción de los Impuestos Directos: reducción de tipos y tarifas en IRPF y Sociedades: impulso a la recapitalizacion de las empresas en Sociedades y supresión del Impuesto sobre el Patrimonio y mayor coordinación en el Impuesto de Sucesiones.

Financiación compensada de la reducción de impuestos directos: eliminación de exenciones, reducciones y bonificaciones; lucha contra el fraude fiscal; reformulación de la Imposición especial y medioambietnal y reordenación de los bienes y servicios bonificados en el IVA (excluidos los de primera necesidad).

El segundo bloque se refiere a lo que denomina el informe una «devaluación fiscal» (reducción de los costes salariales sin bajar los salarios, es decir bajar cotizaciones y retenciones). Se trata de una reforma más profunda que la anterior y el momento de abordarla sería cuando se estabilice la financiación de las pensiones surgida de la última reforma.

Las medidas son:

Alcance de la Devaluación Fiscal. Reducción de cotizaciones sociales y otros costes salariales para abaratar el empleo sin afectar a los salarios de los trabajadores. Orientada a las cotizaciones sociales pagadas por las empresas y concentrada en las cotizaciones de empleos con bajos salarios.

Alternativas para la financiación compensada de la devaluación fiscal: mayor recaudación del nuevo sistema tributario y eventuales crecimientos del tipo general de IVA.

Entre las propuestas de los expertos figuran según los distintos impuestos las siguientes:

Un IRPF con menos tipos y tramos

Rebajar el tipo mínimo del IRPF a las proximidades del 20%, frente al 24,75% actual, y que el tipo máximo no supere «en ningún caso» el 50% (ahora está en el 52%) y que se vaya aproximando paulatinamente al tipo máximo promedio que se aplica en los países de la zona euro, situado en el 43,7% en 2013.

Una tarifa del impuesto que se quede «en un máximo de cuatro tramos», con un tipo mínimo, que se aplicaría en el primer tramo y que se reduciría en «al menos» cuatro o cinco puntos desde el 24,75% actual.

-Este mismo tipo mínimo es el que se aplicaría al ahorro como un gravamen único, frente a los tres actuales del 21% para las ganancias hasta 6.000 euros, del 25% hasta 18.000 euros y del 27% a partir de esta cifra. Por tanto, los expertos abogan por que se mantengan las dos bases del IRPF: rentas del trabajo y rentas del capital.

-Que los llamados ‘mileuristas’, aquellos contribuyentes con rentas inferiores a los 14.000 euros al año (catorce pagas), dejen de tributar por este impuesto.

Reducción de los límites de declaración (aunque haya que devolverles dinero) para aumentar el número de declarantes y luchar así contra el fraude fiscal.

Eliminar la deducción por vivienda

La Comisión de Expertos de la reforma fiscal propone eliminar la deducción por compra de vivienda habitual en un periodo de entre 5 y 10 años, tal y como ha señalado el presidente de la Comisión, Manuel Lagares, en una rueda de prensa.

La propuesta de los expertos propone esta supresión en un plazo «suficientemente largo» para todos los que adquirieron su vivienda habitual antes de la desaparición de ese régimen fiscal en 2013. Según la Comisión, el mantenimiento de esta deducción limita el desendeudamiento y alarga artificial e injustificadamente el proceso de desapalancamiento de la economía española.

Además, creen que puede prolongar en varias décadas la vigencia dentro del IRPF de una institución ya eliminada. Por eso, debería plantearse la desaparición total de estas deducciones en un plazo razonable, lo que conduciría a establecer plazos y límites adecuados para su liquidación definitiva.

De ese modo, además, la protección al ahorro quedaría circunscrita exclusivamente al procedimiento establecido para atender a situaciones de dependencia y envejecimiento.

Por otro lado, Lagares ha propuesto también la supresión del régimen de módulos por el que tributan los trabajadores por cuenta propia en un periodo de tres o cuatro años y reducir la estimación directa.

Según Lagares, este sistema de módulos se diseñó cuando no había los móviles que hay ahora ni las tabletas, y actualmente se puede llevar la contabilidad con un teléfono. «Quitemos los módulos del sistema fiscal», ha dicho.

Único tipo en el Impuesto de Sociedades

En Impuesto de Sociedades, los expertos proponen una reducción de los tipos del tributo desde el 30% actual hasta cerca del 20%, con una posición intermedia situada en torno al 25%.

En paralelo, creen que debería suprimirse el régimen especial de las empresas de reducida dimensión existente hoy, «pues suele tener efectos muy negativos sobre la productividad, dado que supone un desincentivo para el crecimiento de las empresas, lo que les impide beneficiarse de las economías de escala». «Un mismo impuesto para todas las empresas, las grandes y las chicas», afirmó Lagares.

Reordenación del IVA

En el IVA y en el citado primer bloque de medidas para que entren en vigor en 2015,  la comisión de expertos propone la tributación al tipo general de bienes y servicios actualmente incluidos en el tipo reducido, salvo excepciones como la vivienda, servicios turísticos y transporte público. Estos cambios podrían incrementar la recaudación por este impuesto entre 5.000 y 6.000 millones de euros y compensar parte de la pérdida de recaudación de la bajada de tipos y tramos de IRPF y Sociedades.

El tipo superreducido debe mantenerse inalterable porque grava los bienes y servicios de primerísima necesidad, pero en el caso del IVA reducido habría que determinar cuáles podrían pasar al general. El presidente de la Comisión no ha querido decir qué productos deberían moverse y se ha limitado a afirmar que esa tarea corresponde al Gobierno.

Igualmente, proponen diversos cambios en los Impuestos Especiales orientados a elevar la fiscalidad del tabaco y el alcohol e incluso piden al Gobierno que se plantee la creación de un tributo para gravar el vino. En esta misma línea, abogan por una subida en los impuestos al gasóleo, hasta equipararlos con la gasolina

Eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio y una tributación mínima por sucesiones

-En el caso del Impuesto sobre el Patrimonio, los expertos abogan por su eliminación «siguiendo la tendencia que se aprecia en otros países desarrollados y dados sus efectos negativos sobre el ahorro y sus reducidas recaudaciones». Que se adopten las medidas legales necesarias para que tampoco las comunidades autónomas puedan establecerlo como un impuesto propio.

-La experiencia ha demostrado que el Impuesto sobre el Patrimonio acaba recayendo principal y únicamente sobre la propiedad inmobiliaria, «convirtiéndose así en un Impuesto sobre Bienes Inmuebles bis».

-Mantener el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones pero creando una tributación mínima por sucesiones en todo el territorio nacional y cuya cuantía debería situarse en el entorno de unos 20.000 o 25.000 euros. «Ese mínimo de exención sería el que proporcionase progresividad a la tarifa lineal del gravamen», explican.

Deberían establecerse solo tres grupos de grados de parentescos: grupo A integrado por cónyuge, ascendientes y descendientes por línea directa, adoptados y adoptantes; grupo B integrado por parientes colaterales de segundo y tercer grado y parientes por afinidad hasta el tercer grado; y grupo C integrado por cualquier otra persona no incluida en los grupos anteriores.

-La comisión propone que al grupo A se le aplique un tipo reducido (que podría situarse en las proximidades del 4-5%); al grupo B un tipo medio (en el entorno del 7-8%); y al grupo C un tipo más elevado (entre el 10 y el 11%).

La Comisión propone limpiar el impuesto de las reducciones existentes en la actualidad, tales como reducciones en la base por parentesco, la reducción por cantidades percibidas por contratos de seguro de vida, la reducción por adquisición de la vivienda habitual de la persona fallecida salvo para en el caso de que se convierta en vivienda habitual del cónyuge y la reducción por adquisición de bienes del patrimonio artístico y otras similares.

-Por contra, cree que debería mantenerse un régimen especial de reducciones para las personas con discapacidad y la reducción por adquisición sucesiva de bienes (para evitar un exceso de gravamen).

Lucha contra el fraude fiscal

El documento del comité de expertos de la reforma fiscal incluye un apartado de medidas de lucha contra el fraude fiscal, entre las que proponen suprimir el régimen de módulos, un sistema integrado de información patrimonial o eliminar el régimen simplificado del IVA, pero dudan de la eficacia de introducir deducciones en el IRPF sobre gastos domésticos soportados con facturas.

Los expertos afirman que establecer un sistema de «recompensas tributarias», de tal manera que solicitar factura por un servicio doméstico o de reparaciones en el hogar pudiera aportar al contribuyente el derecho a una deducción en el IRPF, puede no ser eficiente, dado que el coste que supondría pagar la factura con un IVA del 21% tiene que ser igual o menor que la posible deducción.

«Si ha de pagar el IVA al exigir factura, el cliente tendrá que ser recompensado con una deducción en sus propios impuestos que, en principio, debería superar el coste del IVA para inducirle a exigirla», subrayan los expertos.

En la misma línea, plantean que estas recompensas tributarias pueden realizarse, como ya se ha hecho en otros países europeos, ofreciendo a quienes exigen factura, en lugar de una compensación inmediata en efectivo, papeletas o boletos para participar en sorteos con premios de valor muy importante. Sin embargo, los expertos dicen que aunque es posible que las recompensas «fundamentadas en la esperanza» de un premio tengan cierto éxito, al menos en su periodos iniciales, «confían poco en ello».

Si a pesar de estas advertencias, añaden los expertos, el Gobierno decide optar por este sistema de recompensas tributarias, es conveniente que delimite su ámbito exclusivamente a los servicios personales de naturaleza doméstica y a la ejecución de obras y prestaciones de servicios en el ámbito del hogar, que evalúe cuidadosamente su coste y que atienda los riesgos recaudatorios que supondrá su inevitable extensión a quienes ya hoy cumplen con sus obligaciones tributarias.

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