“El éxito no es la victoria, sino todo lo que has luchado por ganar”. La frase de Rafael Nadal, hombre anuncio del Sabadell, dominaba la presentación de los resultados del banco en el primer trimestre. Pero éstos han quedado eclipsados por el culebrón de Pescanova, y los desencuentros entre los bancos acreedores y el socio industrial (Damm), un asunto que el Sabadell ha heredado con la adquisición del Banco Gallego. El consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, sorprende al quejarse de “un exceso de luz y taquígrafos” en el proceso, atribuyéndolo sobre todo a “la habilidad de los periodistas gallegos”. Considera que esta situación no facilita las negociaciones y apela “a la buena fe” de todas las partes implicadas en el proceso. “El objetivo es preservar Pescanova, porque bien gestionada es una empresa rentable y sostenible, que va a seguir dando buenas noticias”, insiste Guardiola.

El consejero delegado del Sabadell también es tajante: el grupo no comprará la red de sucursales de CatalunyaBanc fuera de su territorio de origen, aunque no cierra la puerta a la adquisición de la entidad nacionalizada. El argumento de Guardiola es claro: “las oficinas de la expansión de las cajas tienen un sobrepeso de hipotecas, tienen mucho más créditos que depósitos, entre otros problemas”.

Insiste en su interés en crecer sobre todo en la Comunidad de Madrid, “pero el Sabadell nunca podrá competir con los otros bancos igualando su número de sucursales”. “Vamos a crecer sin tantas sucursales, haciendo cosas distintas y apoyándonos en la tecnología y en la banca móvil”, en una experiencia que “servirá también para la expansión internacional”.

Echa balones fuera sobre el interés del Sabadell por el negocio español del Barclays Bank: “Lo analizaremos si se pone a la venta y en función de las condiciones”.

Guardiola pide al nuevo presidente de la AEB, José María Roldán, que una vez concluido el proceso de reestructuración del sistema financiero “mire más hacia el futuro y hacia Europa” y que “haga pedagogía” sobre lo que está haciendo la banca española.

El Sabadell no participará en la operación de su socio mexicano, David Martínez, en el italiano Monte dei Paschi di Siena, ni tampoco acompañará a su accionista colombiano, Jaime Gilinski, en sus adquisiciones de más bancos en América Latina. El lanzamiento de la financiera en México es inminente.

 

La morosidad toca techo

De los resultados (81,2 millones de euros, el 58,8% más), el consejero delegado del Sabadell destaca la confirmación de la mejora del margen  de intereses, que ya acumula tres trimestres. También que la ratio préstamos/depósitos sigue bajando (del 116,6% al 104,6%) y se acerca al objetivo del 100% fijado para el plan estratégico Triple. Y el crecimiento del 47% en la nueva producción de hipotecas para particulares (302 millones de euros).

Pero el dato más llamativo es que por primera vez desde el inicio de la crisis se reduce el stock de activos problemáticos en 19 millones de euros. El saldo de dudosos disminuye en 233 millones, hasta los 15.788 millones. La consecuencia es que la ratio de morosidad disminuye por vez primera desde el estallido de la crisis: dos décimas, hasta el 13,57%.

“Hemos tocado techo en la morosidad, puede producirse alguna subida esporádica, pero está bajando, aunque de forma muy lenta”, apunta Guardiola. El Sabadell, no obstante, extrema la prudencia pese a la tan cacareada recuperación de la economía y ha destinado a provisiones todos los resultados extraordinarios, de forma que se han incrementan las coberturas sobre el total de la inversión crediticia e inmuebles hasta el 14%, uno de los porcentajes más elevados del sistema.

Además, la evolución de las ventas de inmuebles mantiene el excelente ritmo de trimestres anteriores con menores pérdidas. En el primer trimestre esas 3.271 unidades vendidas, el 13% más, se han traducido en 657 millones de euros, con un crecimiento del 42%. Un argumento más que tiene el Sabadell para no desprenderse de su plataforma de comercialización inmobiliaria Solvia.