El ladrillo improductivo se come el 8,2% del balance de la banca

17/05/2014

Miguel Ángel Valero. Hay entidades con porcentajes elevados de financiación sobre el valor de tasación del inmueble que, sin embargo, registran una baja morosidad, según 'la Caixa' Research

Los activos improductivos, entre créditos impagados o de dudoso cobro y bienes adjudicados, relacionados con el mercado inmobiliario sumaban 173.900 millones de euros al finalizar 2013. Un 20% más que en 2012 si se descuenta el efecto del traspaso a la Sareb. Y el 8,2% del balance de las entidades, según cálculos de ‘la Caixa’ Research.

En los últimos años, el aumento de la carga procedente del ‘ladrillo’ ha lastrado el margen de intereses de la banca española y ha conllevado un gran esfuerzo en provisiones. “Tras el saneamiento y recapitalización del sector financiero, el reto principal para los próximos años es la mejora de la rentabilidad. Conseguirlo dependerá, en buena medida, de la capacidad de las entidades para reducir este importante volumen de activos”, señalan los expertos del Servicio de Estudios de ‘la Caixa’..

En 2013, la morosidad del crédito hipotecario a familias subió dos puntos hasta alcanzar el 6,5%, que se traduce en 31.700 millones. Este incremento, de más de 8.600 millones respecto a 2012, refleja en parte los nuevos criterios de clasificación de los créditos refinanciados aplicados por el Banco de España a las entidades por imposición de Bruselas y para hacer aflorar la morosidad oculta en estas operaciones. Aún así, la morosidad de esta cartera se mantiene a un nivel contenido si se compara con el 7,4% contemplado por Oliver-Wyman en el escenario base de los test de estrés de 2012, o con el 15,4% del adverso.

 

Diferencias de hasta 14 puntos en morosidad

Más de dos tercios de las entidades tienen una morosidad entre el 3% y el 7%. Pero la dispersión es elevada y existen diferencias de hasta 14 puntos entre las entidades con menor y mayor mora. Esta dispersión es consecuencia, en parte, de estrategias más o menos prudentes en la concesión de hipotecas.

Así, una hipoteca con un ‘loan to value’ (LTV, que mide el porcentaje de financiación sobre el valor de tasación del inmueble) elevado conlleva más riesgo para la entidad en caso de impago. En general, aquellas entidades menos prudentes, las que tienen una cartera más concentrada en hipotecas con LTV superior al 80%, tienen una morosidad mayor.

“No obstante, la dispersión observada también es fruto de la distinta capacidad de las entidades para identificar clientes solventes. Prueba de ello es la existencia de entidades con un elevado porcentaje de hipotecas arriesgadas y una baja morosidad. Estas entidades han sabido identificar, dentro del segmento arriesgado, al cliente solvente”, precisa el informe de ‘la Caixa’ Research.

En cualquier caso, más del 40% de la morosidad hipotecaria del conjunto de entidades proviene del 14,5% de la cartera con LTV superior al 80%.

La morosidad de esta cartera es la responsable de casi la mitad del total de créditos morosos del conjunto del sistema financiero. El 62,1% del saldo vivo está clasificado como dudoso (63.100 millones de euros) y el 12% como subestándar (12.200 millones). Sin tener en cuenta a las entidades nacionalizadas o que han recibido ayudas públicas, que durante 2013 traspasaron gran parte de su cartera a la Sareb, la morosidad subió 17,6 puntos. en el año.

Por entidades, la dispersión de esta ratio es también muy significativa, con valores entre el 34% y el 86%. Aunque la mitad de ellas se sitúa en un rango del 57% al 65%. Los expertos de ‘la Caixa’ Research observan una relación positiva entre las ratios de morosidad en el segmento promotor y en el de hogares, que se acentúa en 2013.

Para afrontar las pérdidas en esta cartera, además del valor de las garantías, las entidades disponen de 35.700 millones en provisiones (el 57% de la cartera dudosa).

 

Activos adjudicados con una cobertura del 49%

Las entidades se han adjudicado un elevado número de activos en concepto de pago de deudas. Al finalizar 2013, el valor bruto de estos activos asciende a 79.100 millones de euros, con una cobertura media del 49%.

Los adjudicados de las entidades que no traspasaron activos a la Sareb han crecido un 14,5%, hasta alcanzar los 68.700 millones. Los activos adjudicados procedentes del crédito promotor han seguido alimentando este crecimiento, aunque a un ritmo muy inferior que en ejercicios anteriores.

Por el contrario, ya se observa cierta estabilización en los procedentes de créditos a hogares, lo cual indica que las salidas por ventas y alquileres prácticamente compensan las nuevas adjudicaciones de activos por impago de hipotecas.

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