ERC, partido que presta apoyo parlamentario a CiU había exigido a Mas que Pujol lo dejara todo, aunque el partido que lidera Oriol Junqueras se ha negado a que el Parlamento catalán abra una comisión de investigación. Los privilegios que el ejecutivo catalán ha decidido suprimir de un plumazo la víspera de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reciba en la Moncloa al actual presidente catalán, Artur Mas, incluían una pensión vitalicia y oficina institucional. También su partido, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ejecutará la renuncia al cargo de presidente de honor, al igual que Pujol también dejará de ser el presidente de la federación que une su partido con el de Unió para formar la federación CiU.

El paso atrás en el ámbito institucional contempla todo: la oficina de ex president con secretaria y chófer, la asignación anual de 86.418 euros al año, entre otras cosas. El consejero de Presidencia y portavoz del gobierno catalán, Francesec Homs, no obstante, ha expresado su convencimiento de que la confesión de Pujol de que tenía cuentas en paraísos fiscales no incidirá en el encuentro que este miércoles mantendrán en Madrid el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el mandatario catalán, Artur Mas.

El presidente Mas, delfín de Pujol, ha ido más lejos y ha asegurado que la hoja de ruta soberanista que defiende la Generalitat se mantiene. En un momento de la conferencia de prensa que ha ofrecido este martes, Mas ha dicho que «la hoja de ruta está decidida, y está sujeta por mucha gente… Tenemos grandes fuerzas; debemos tener empuje renovable… Aquí no se detiene nadie». Pese al revés sufrido por la confesión de su “padre político” de las irregularidades fiscales, Mas asegura que “Cataluña es un gran país, pero este caso para por encima del país, Jordi Pujol lo sabe”..

Hasta ahora, cualquier insinuación que se había publicado en la prensa sobre apropiación de dinero público por parte de la familia Pujol desde que estalló el caso Banca Catalana a principios de la década de los 80, los nacionalistas lo habían considerado un ataque a Cataluña. Ahora, tras la confesión de Pujol de que ocultaba dinero en paraísos fiscales, Artur Mas considera que se trata de «un tema es familiar y personal, no podemos sustituir a la familia, este tema les corresponde a ellos”. Según Homs, al igual que durante muchos años no era correcto confundir la figura de Jordi Pujol con Cataluña, hacerlo ahora «sería reproducir los errores que algunos han producido» en las últimas décadas.

El gobierno catalán espera que la renuncia a todas las prerrogativas que recibía hasta ahora Pujol con carácter vitalicio se pueda aislar a la Generalitat del cúmulo de ilegalidades que el ex presidente y su familia pudieran haber cometido. Todo por lograr que no mine la moral de la tropa antes de acudir a Moncloa de este miércoles. Los privilegios que disfrutaba Pujol incluyen una pensión de 86.418 euros al año, gracias a la ley que él mismo aprobó ocho meses antes de finalizar el mandato. Según esa ley, los ex presidentes catalanes tienen derecho a cobrar el 80% del salario durante un periodo equivalente a la mitad de su mandato total, con un mínimo de cuatro años. A partir de los 65 años, perciben el 60% con carácter vitalicio. La cantidad es superior a los salarios de los ex presidentes del Gobierno (75.000 euros) y que los 78.000 euros que cobrará Mariano Rajoy este año.

Pujol también se queda sin la oficina del ex presidente, que cuenta con una jefa de gabinete y dos secretarias, cuyos salarios ascienden a 114.000 euros. El local donde se ubica está en plena milla de oro barcelonesa, en el Paseo de Gràcia. El alquiler anual sube a 191.000 euros. El ex presidente también disponía de coche oficial con chófer. La ley que aprobó Pujol también establece que en caso de fallecimiento, la matriarca del clan, Marta Ferrusola, recibiría el 50% de la pensión.