Ya ocurrió en la «vuelta de mercado» del mes de agosto, que fue retransmitida con dos días de antelación por los valores del Russell 2000 y seguramente por eso ahora más que nunca está todo el mundo pendiente de este índice de las «small caps».

Frente a resultados timoratos en los grandes índices, que ni siquiera se han puesto de acuerdo en subir o bajar todos, el Russell ha resuelto la sesión con decisión y subiendo un 0,63%.

Y mientras tanto, vamos tirando con eso de que hay que estar pendientes de la Fed y de las palabras de Janet Yellen, pero en las empresas de pequeña capitalización americanas no invierten precisamente los inversores particulares, más inclinados hacia los valores que integran los grandes índices.

Evidentemente, el tirón de los pequeños valores ha dibujado un panorama para el conjunto del mercado mucho más favorable de lo que anuncian los tres grandes índices que seguimos habitualmente. Han subido bastantes más valores que los que han bajado y si lo medimos en términos de volumen, se ha destinado casi el doble de dinero a los que han subido que a los que han bajado.

¿Cómo se traduce esto en los índices más populares? Lo vemos en este gráfico del S&P 500:

Es un gráfico de velas de diez minutos y en él puede observarse cómo el primer obstáculo, marcado con el rectángulo rojo, ha quedado superado, pero a muy corta distancia aún queda una resistencia que se le resiste al mercado desde hace varios días.

Ahí va a estar la clave de lo que pueda pasar en el inmediato futuro y si se supera con claridad, no duden que el mercado seguirá el rumbo que hoy han marcado los valores más pequeños.

Al cierre, el Dow Jones perdió un 0,12%, el S&P 500 ganó un 0,09% y el Nasdaq Composite un 0,12%. Poca cosa, en claro contraste con el avance del Russell.