Ana Botín, presidenta del Banco Santander, aprovecha la VII Conferencia Internacional de Banca, organizada por la entidad, para lanzar un mensaje de autocrítica sobre cómo lo ha hecho el sistema financiero durante la crisis. Pero también una advertencia sobre el impacto negativo que sobre el crecimiento económico puede tener un exceso de regulación sobre la banca. Mensajes que se producen días antes de que los grandes bancos europeos conozcan sus resultados en los exámenes organizados por el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

La argumentación de la presidenta del Santander en su primera intervención en la Conferencia Internacional de Banca organizada por el grupo parte de que los bancos “existimos para contribuir al progreso de las personas y de las empresas”, y de que “si cumplimos esta función, al contribuir al crecimiento, generar riqueza, crear puestos de trabajo e invertir en las comunidades en las que desarrollamos nuestra actividad, los bancos también progresaremos”.

“Si no cumplimos nuestra función —o nuestros esfuerzos se ven frustrados— no solo los bancos no prosperamos, tampoco lo hace la sociedad a la que servimos. Y aún peor, si fracasamos y no cumplimos con nuestra responsabilidad, si actuamos con negligencia, se destruye la confianza de la sociedad en los bancos”, iniste Ana Botín.

La presidenta del Santander no tiene inconveniente alguno en reconocer que “demasiados banqueros perdieron de vista este objetivo en los años anteriores a la crisis económica” y que “como sector, perdimos gran parte de la confianza que la sociedad había depositado en nosotros”.

“Para recuperar esa confianza debemos repensar cómo trabajamos, cómo hacemos las cosas, cómo nos comportamos con nuestros empleados, clientes, accionistas y con la sociedad. Y en Santander lo haremos siendo un banco sencillo, cercano y transparente”, enfatiza Ana Botín.

Más poder para el cliente

“El cliente siempre ha sido el rey, pero los últimos cambios están multiplicando su poder. La gente tiene más opciones y más información que nunca. ¿Cuál debería ser nuestra respuesta a todo esto?Para mí la respuesta es la satisfacción y lealtad de nuestros clientes”, afirma la presidenta del Santander.

“Debemos recompensar la lealtad de nuestros clientes y entender de verdad lo que la motiva. Para ello, no es suficiente atender sus necesidades sino que tenemos que dar un paso más, necesitamos anticiparnos.Esto es clave para desarrollar relaciones a largo plazo con los clientes en las que somos sus socios, no vendedores”, insiste Ana Botín.

“Necesitamos innovar en nuestros procesos y en cómo prestamos nuestros servicios en nuestras oficinas, por el móvil o por Internet, de tal forma que todo lo que hagamos sea sencillo y cercano y transparente”, remarca la presidenta del Santander.

Al mismo tiempo, Ana Botín reclama a los Gobiernos que continúen con las reformas.

Desafío regulatorio

“Cumplimos y cumpliremos todos los requerimientos regulatorios, con el objetivo de desarrollar excelentes relaciones con los reguladores y compartir nuestras mejores prácticas. Pero aspiramos a ir un paso más allá. Vemos la regulación a través del prisma de la gestión del riesgo y de nuestro modelo de negocio, de cómo queremos ser diferentes. Actuando de esta forma, cumplimos con la regulación.”, razona Ana Botín.

“En nuestro modelo de negocio está la creencia firme de que todos somos gestores de riesgos. Todos, independientemente de la función que cada uno desempeñe en el banco. De esta forma, todos tenemos la responsabilidad de asegurar que nuestro banco no sólo cumple, sino que es prudente y responsable en todo lo que hace, siempre guiado por nuestra aspiración de ser sencillos, cercanos y transparentes.”, precisa.

La presidenta del Santander subraya que “los requisitos de capital de los bancos (teniendo en cuenta la cantidad y la calidad del capital) se han multiplicado por siete”. Reclama “más claridad sobre la cantidad y estructura del capital”. Y sobre todo “analizar cada reforma a la luz de si permite a los bancos cumplir su función, ayudar a la gente y a las empresas a progresar”.

“Necesitamos encontrar el equilibrio adecuado entre objetivos que compiten entre sí: reforzar el capital y la liquidez; reducir la complejidad; facilitar la resolución de entidades; y mejorar el gobierno corporativo, todo ello permitiendo que los bancos contribuyan al crecimiento”, señala Ana Botín. “No es una tarea fácil”, precisa.

“Si queremos que los bancos sean la pieza clave de la solución al crecimiento, al empleo y a la inversión necesitamos implantar y acelerar la unión bancaria”, insiste la presidenta del Santander. “Aunque persistan algunas dudas, esta nueva arquitectura institucional debería contribuir a la recuperación del crecimiento económico europeo”, añade.

En este contexto, el Santander basa su estrategia en “ser sencillos, cercanos y transparentes en todo lo que hacemos, centrándonos en la banca comercial tradicional”, con un modelo de filiales autónomas, porque es el “de menor riesgo y genera rentabilidad y beneficios recurrentes y atractivos para nuestros accionistas”.