Seamos serios. Creo que no hay nadie en este mundo medianamente avisado que suponga que pasados los test de estrés haya terminado el peligro para la banca. Es más, supongo que tampoco hay nadie medianamente enterado que piense que los test de estrés son una medida de la salubridad real de las entidades financieras europeas.

Pero de ahí a que el jefe de la European Banking Association (EBA), Andrea Enria, diga exactamente eso media un abismo. Está el BCE tratando de transmitir imagen de tranquilidad, de que las cosas en el sistema financiero van medianamente bien enfocadas (otra cosa es que sea verdad o no), y viene este bocazas a decir sandeces y sacar a los fantasmas de los armarios…

Esto es lo que tenemos y conste que estoy de acuerdo punto por punto con lo dicho por este sujeto. Pero si no le gustaban los exámenes, en los que ha intervenido decisivamente, que los hubiera cambiado, pero ahora es momento de callarse.

No he escuchado una sola palabra al pollastre éste criticando a la señora Merkel y su empeño en que nadie escrute ni siquiera de lejos a sus bancos regionales y a las primeras de cambio va y lanza una carga de profundidad en el momento más inoportuno. El mercado no necesita gran cosa para liarla. Con el BCE haciendo juegos malabares con las palabras para que parezca que hay lo que en realidad no hay y que los mercados piensen que los estímulos van a ser posible, y va este sujeto echando carnaza.

Estos son los dirigentes que tenemos y posiblemente los que nos merecemos. Los que nos mandan directamente son una banda de inútiles y si una banda de inútiles tiene que poner al resto no van a ser mucho más competentes… Ahí tenemos al tal Enria, un tipo cuyo currículum te tira de espaldas y que debe ser inteligentísimo, pero de listo no tiene ni un pelo.

Pues eso, que las palabras del jefe de la EBA sentaron como un tiro al mercado, hundiendo a los bancos y éstos arrastrando al resto. Menos mal que el PIB americano fue mejor de lo previsto (y que el mercado se lo tomó a bien) y las cosas volvieron a su cauce. Pero este tal Enria puso de nuevo a los mercados europeos contra las cuerdas:

Al final los índices se sobrepusieron, pero ya son muchos días de ejercicio de funambulismo y al final cualquier soplido lo va a tirar abajo.

Y reitero que estoy completamente de acuerdo con este sujeto. Mi queja no va en lo dicho, sino en el momento y en la cobardía. Esas cosas se dicen hace meses y se arreglan si se pueden arreglar. Y si no se dijeron, toca callarse. Así de simple.

Al cierre, el Dax avanzó un 0,25%, el FTSE un 0,15%, el CAC un 0,74% y el Ibex un 0,16%. Ya ven, atacaron a los bancos y ahí el Ibex sufre lo indecible.