Frente a los posibles cambios políticos, Cordón asegura que «lo importante es no tocar lo que funciona bien», refiriéndose a la institución económica que dirige y que, en su opinión, «afortunadamente está separada del mundo político» por el modelo de gobernanza público-privada que tiene. De esta forma, el máximo ejecutivo de Fira de Barcelona no prevé «ningún efecto negativo para nosotros, porque Fira es un elemento dinamizador de la economía de Barcelona, Cataluña y España que apoya a la internacionalización de las pymes. Sin nosotros -añadió en declaraciones al programa Converses de Cope en Cataluña y Andorra- ni la economía ni la propia Barcelona sería la misma».

Cordon piensa que la irrupción en el panorama político de cualquier partido político «que quiera Cataluña no querrá cambiar lo que tiene valor», en relación a Fira de Barcelona, y, por lo tanto, «no me importan las siglas políticas, ya que el valor de la institución ferial está por encima de todo eso”.  En referencia al Mobile World Congress, la principal feria que se organiza en Barcelona, el director general de la institución considera que la continuidad de este congreso global «no está garantizada», ya que la garantía de cualquier negocio «se ha de ganar día a día».

El salón de la telefonía móvil dejó el año pasado un impacto de 400 millones de euros, un éxito que supone para Cordón «un ejemplo de complicidad entre los agentes públicos y privados» con un gran compromiso del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno español. «Tenemos un contrato hasta el año 2018 pero mas importante que el contrato es que todo vaya bien», asegura el director de Fira de Barcelona, ya que «los contratos están para firmarlos un día y, si no va bien, al día siguiente se rompen».

En cuanto a la fiscalidad del talento, el también vicepresidente de la Mobile World Csapital Bsarcelona, asegura que entre los objetivos de la fundación destaca favorecer el tejido emprendedor, potenciar las «star up» del mundo movil y tecnológico. En ese sentido, subraya «la importancia de mejorar la fiscalidad del talento», ya que para una star up «aportar talento de fuera o de aquí», trayendo un investigador resulta difícil si se retribuye en especie, un extremo que en nuestro país no resulta un incentivo al tener que tributar las acciones de estas empresas emergentes sin que su valor esté garantizado.

En cuanto al caso Spanair, el director de Fira de Barcelona no cree que apostar por esta aerolínea fuera un error. En opinión de Cordón, que fue consejero de la compañía aérea en representación de Fira de Barcelona, «fue un buen momento en cuanto a los retos de conectividad de Barcelona», razón por la que «más allá de la infraestructura, el aeropuerto, era importante tener una participación o una influencia en una aerolínea que pudiera conectar la capital catalana con el mundo», ya que Iberia había abandonado el aeropuerto de El Prat en favor de la T4 de Barajas.