Finalmente Iberdrola se ha decidido a presentar una OPA, a la que los accionistas de la filial no tendrán más remedio que acudir, sobre su filial Iberdrola Renovables de la que controla en la actualidad en torno al 80% del capital. La operación se hace a precios actuales pero supone un fuerte recorte sobre el precio de salida a bolsa de Renovables en 2007: el precio de recompra que ofrece Iberdrola es un 44% inferior al de venta en su momento.

La operación se hace mediante intercambio de acciones en la proporción de una acción de Iberdrola por cada dos de Renovables aunque puede modificarse si ésta acuerda pagar un dividendo extraordinario de hasta 1,19 euros por acción antes de la absorción. Entonces la proporción descendería hasta cerca de una acción de Iberdrola por cuatro de la filial.

La operación debe ser aprobada por las juntas generales de accionistas de las dos compañías pero se trata de un mero trámite al controlar Iberdrola una muy amplia mayoría del capital de la filial y por lo tanto inclinar el voto definitivo en el sentido deseado por la matriz. La compañía eléctrica estima que en los primeros días del mes de julio puede finalizarse la operación completamente.

Las razones aducidas por el consejo de administración de la matriz a la hora de explicar la bondad de la operación no son especialmente brillantes al ser, precisamente, las contrarias a las que se adujeron cuando se decidió la salida a bolsa. Ahora se señala que la integración crea valor para Iberdrola cuando antes se señalaba que la segregación era la que lo hacía.

Lo cierto es que el accionista de Renovables que ha mantenido en estos casi cuatro años sus títulos va a materializar una pérdida en su inversión del 44%; y lo relevante es que muchos de quienes compraron Renovables eran, y siguen siendo, accionistas de Iberdrola.

Durante este tiempo los accionistas minoritarios han ayudado a financiar el proceso inversor de Renovables y ahora todos los rendimientos irán a parar a la matriz. No es el único caso en que esto ha ocurrido pero no deja de ser significativo que lo haga una compañía que ha utilizado como argumento para defenderse de ACS que esta compañía ha maltratado siempre a los pequeños accionistas.

En la presentación remitida a la CNMV Iberdrola reconoce que en estos tres años y medio se ha financiado la instalación de 5.400 Mw. en Renovables cuya parte proporcional ha corrido a cargo de los minoritarios. También se señala que el valor de mercado es inferior al valor de la inversión realizada más la cartera de proyectos. Cuando maduren estas inversiones quienes recogerán los frutos serán otros.

Aunque algunos señalan que la operación tiene además un componente defensivo en cuanto que el paquete accionarial de ACS, el 20% en la actualidad con la decisión declarada de llegar al 30%, se diluirá por la entrada de nuevos accionistas, lo cierto es que si se paga el dividendo extraordinario esa dilución será mínima, no llegando a bajar del 19%.

En todo caso, señalan fuentes cercanas a la constructora que destacan la coincidencia de la presentación de la OPA con el cumpleaños de Florentino Pérez -“lo que dice a las claras que no quiere ser muy amigo  de ACS”-, no preocupa en exceso la dilución porque, si de lo que se trata es de evitar que se pueda exigir la convocatoria de una junta general extraordinaria a partir de julio, “no lo van  a conseguir porque ACS tendrá el 20% de Iberdrola cuando se levanten los blindajes de la eléctrica el primero de julio próximo, ya que entonces no habrá terminado todavía la OPA”.