En Barcelona, a los pies de Colon y junto a la réplica del galeón real de la batalla de Lepanto, Elisa Sednaoui desfila en la semana de la moda catalana, 080 BCN. Curiosamente es como si la conociera de toda la vida porque nos sentamos y la conversación fluye y no evita ninguna pregunta y eso que estuvo en el objetivo paparazzi.
Hoy es la esposa del que fuera el novio «más estable» de Carlota de Mónaco, Alex Dellal. Inevitable preguntarle si eso le perjudicó, en su carrera «la realidad es que ahora no, pero al inicio de la relación si. Los paparazzis nos seguían y en todos los artículos, era divertido porque siempre me mencionaban y él siempre era el ex de Carlota. Él es súper privado y me ha cambiado la vida. El matrimonio es un trabajo, no todos los días acompañar a la persona que quieres es fácil, además, cuando estas tan cerca de una persona también te toca lo peor porque tienes que ser la roca. Yo empece muy pronto y estaba formándome, mi marido me ha ayudado a aceptar quien soy».
Solo tiene 27 años, pero abruma la intensidad con la que vive desde los 14 años que empezó como modelo. Es musa de Karl Lagerfeld, Cavalli o Michael Kors. Es modelo, pero también actriz y directora de cortos. Baila jazz, danza contemporánea y ballet, cocina divinamente y además de comunicarse en ingles, árabe, italiano, francés o portugués, domina el español porque vivió en España, donde salió y se lo bebió todo «si digamos que tengo una relación de amor. Fueron unos años de buenas fiestas, comida y mar. Tenéis una gran cálidad de vida». Se agradece que su índice de inteligencia «algo que tienen que valorar los demás, no yo» haga posible que se emocione  hablando de la primavera árabe; «La primavera árabe es un proceso mas largo de lo que podríamos imaginar. Ningún país puede crear su tipo de democracia, no nuestro tipo de democracia, en tres años. Hay mucho que aprender y se aprende de los errores. Lo mas importante de la primavera árabe es que la gente comienza a formarse una opinión política individual, antes no existía esa opción, la gente  no leía periódicos e incluso, una niña en su casa puede discrepar de su padre sin tener miedo. Están aprendiendo a que no pensamos todos lo mismo y que hay que respetarlo. Hay una generación nueva que esta cambiando».

La generación «nómada»
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A esa generación pertenece ella misma que se define como una «nómada europea» y su hijo Jack Zeitoun Dellal; «Mi hijo es de una generación híbrida es un cuarto italiano y un cuarto, brasileño y el resto son pequeños trocitos del mundo. En USA han creado una asociación para proteger a los rubios y blancos porque van a extinguirse. Los morenos dominamos. Mi hijo por ejemplo, es un morenazo. El mundo está cambiando. Yo siempre he sido muy independiente, mi madre el otro día limpiando el baño, me decía que con tres años ya le decía déjame que lo hago yo sola. Quiero educarlo para que sea independiente y que no nos deba ni nos necesite, que se valga por si mismo y sea feliz».
La modelo mantiene el perfil bajo, necesario para estar sin sobresalir en una carrera de fondo porque en el fondo lo que ella siempre quiso es montar su fundación. En 2013 nacieron su hijo Jack y la Fundación Elisa Sednaoui. Hace un mes presentaba en Egipto, junto al zapatero de oro, su padrino Christian Louboutin un nuevo proyecto ; «La idea es crear un centro cultural para después del colegio donde los niños encuentren un centro en el que haya pintura, escultura, música, idiomas, cocina…hay necesidad de crear lugares donde los niños puedan ser niños, donde probar cosas y puedan equivocarse. En esta época noto que hay mucha gente que quiere ayudar y entre ellos, todos mis amigos». Si consigue embaucar a Andrea Casiragui, Tatiana Santo Domingo, Lagerfeld y etc, la fundación será la «bomba» porque son celebridades idealizadas. Ella los humaniza; «No hay motivo para tenerlos idealizados. Idealizamos porque necesitamos ejemplos y personas inspiradoras. Con ellos se ve cómo está cambiando el mundo, pero también hay unas personas conocidas y controvertidas porque estamos en un siglo donde esta todo muy comercializado y con mucho sexo».