El volumen de cesiones de las entidades pertenecientes a la Asociación Española de Factoring fue en 2014 de 112.976 millones de euros, el 3.06% menos que en 2013. El factoring aporta 58.550 millones, con una caída del 0,59%, aunque el comportamiento es bien distinto entre sus modalidades. El nacional con recurso, que no cubre el riesgo de morosidad de la factura cedida, baja el 28,77%, pero el sin recurso (que sí lo hace) sube el 12,03% y llega a los 31.670 millones. En el internacional, el factoring de importación registra un incremento del 9,59% (968 millones), y el de exportación aumenta el 5,28%, hasta los 14.600 millones. El confirming genera 64.426 millones, el 5,59% menos que en 2013.

La inversión viva, 24.566 millones, sube el 4,28%, gracias al factoring, que lo hace el 11,55%. El 53% del confirming son pagos anticipados a proveedores.

Carlos Olivares, de BBVA Factoring, se estrena como presidente de la Asociación aportando un dato: “el 50% de las pymes y de las empresas tienen niveles de deuda que ya admiten un crecimiento de su endeudamiento”. Este hecho, más las previsiones de crecimiento del PIB superiores al 2%, de subida de las exportaciones, de la depreciación del euro (en la medida que incrementa la competitividad de las compañías españolas), el efecto de las medidas del BCE, y el incremento de la demanda solvente de crédito invitan al optimismo. “El factoring está muy correlacionado con el crecimiento del PIB, lo que nos hace ser optimistas para este año”, resalta.

Optimismo que no acalla las quejas por los incumplimientos de la Ley de Morosidad (que fija en 60 días el plazo máximo de pago entre empresas, 30 días entre éstas y la Administración), sobre todo por parte del Estado. Esto perjudica al confirming, que facilita el adelanto de esos pagos.

Y por la norma del Eurostat comunitario, que con la buena intención de que se conozca la realidad de las deudas pendientes de la Administración, ha reclasificado las operaciones de factoring sin recurso con ésta como deuda financiera (se refleja en el balance) y no como comercial. La consecuencia es que las entidades de factoring se han visto obligadas a reducir su actividad con las empresas proveedoras de la Administración.

También hay críticas por el arrinconamiento del factoring y del confirming en el proyecto de Ley de Fomento de Financiación Empresarial, apenas paliadas por la existencia de una enmienda en su tramitación parlamentaria para la creación de una Línea ICO Factoring.

Y por la escasa implantación de la factura electrónica, pese a que el factoring fue pionero. “Es cuestión de tiempo, la Administración ya ha empezado a dar ejemplo”, señala Carlos Olivares, pero la verdad es que la obligación de emitir facturas electrónicas se ha limitado a las efectuadas con el Estado.

Nueva presidencia

Olivares, que llega a la presidencia de la Asociación de Factoring con Carlos García Casas (Santander Factoring y Confirming) y Josep Sellés (Eurofactor) como vicepresidentes, tiene la factura electrónica como uno de los ejes de su mandato. También quiere mayor relación y comunicación digital con clientes y proveedores.

El nuevo presidente busca ampliar el número de asociados, que ha sufrido un descenso por la concentración en el sistema financiero tras el desplome de muchas cajas de ahorro, y mejorar los servicios a éstos. Y potenciar el papel de lobby, de defensa de los intereses del sector ante la nueva Ley de Fomento de Financiación Empresarial y ante la declaración Cirbe(Central de Riesgos del Banco de España).

Otras tareas son la prevención del blanqueo de capitales, la mejora de la información entre asociados y ante el mercado. Y sobre todo potenciar el conocimiento del factoring y del confirming entre las pymes.