Custo

Custo lleva desfilando 20 años en Nueva York. Fue el primer español invitado a la Gran Manzana, en 1996, a exhibir sus camisetas en las carpas de Briant Park, cuando eran 4o diseñadores norteamericanos, un español y una carpa. Hoy son 300 firmas las que desfilan y Custo presenta una linea completa de moda para hombre y mujer. En esta ocasión la han llamado «Agitar antes de usar» que describe con ironía el resultado de agitar el tartán blanco/negro con unos motivos tribales coloristas. La ha presentado con 10 días de diferencia, primero en el 080 BCN de Barcelona y en Nueva York, después. «Nosotros empezamos en 1981 haciendo dibujitos sobre camisetas, sin saber nada de esto, pero nos las compraban». En 1996 se fueron a venderlas por la Costa Oeste de Estados Unidos. «En Hollywood los estilistas se fijaron en nuestras camisetas y Julia Roberts, Tarantino o los personajes principales de la serie Friends no se las quitaban. Estábamos con el producto adecuado en el momento justo».

¿Y se puede morir de éxito?
Hombre en 34 años en moda, hemos estado arriba de la ola y abajo. Unas veces hemos tenido el viento a favor y en otras ocasiones, no había forma de avanzar. Mantenerse tres décadas no es fácil.

¿En tres décadas, le habrán «tirado los tejos» los grandes grupos de moda que son tan voraces?
Sí, hace años te llamaban cada día. Hubo una época hace diez años que lo querían comprar todo y estábamos en sus listas, pero esa voracidad ha bajado. Estuvimos hablando incluso, con una empresa filial de LVMH.

¿En qué momento de la travesía se encuentran?
Estamos cogiendo una buena ola, porque estamos muy pegados a la situación económica y queremos pensar que estamos superando la crisis. La realidad no se corresponde con haber superado la crisis, pero sí que notamos un cambio de animo más optimista y queremos ser optimistas. Lo costoso es hacerse una identidad y la nuestra es muy clara: color y grafismo. Seguimos siendo los mismos pero renovando.

Cuando alguien tiene éxito, se le copia e incluso, se le asfixia y a usted le ha pasado.
Pregúntaselo a quien lo hace. Yo, excepto a una firma, respeto a todo el mundo en esta industria. Han habido momentos difíciles con ráfagas en contra. En 34 años es difícil que el viento siempre role a favor, pero si seguimos navegando es que no lo hacemos mal.

¿En NY les hacen mucho la pelota a André Leon Talley,  Anna Wintour o Suzy Menkes. Los «santones» de la moda que te levantan o te hunden?
No, nosotros hacemos nuestro trabajo e invitamos a toda la gente influyente, pero no hacemos la pelota a nadie porque tampoco conocemos a toda esta gente. Nosotros no forzamos la maquina, queremos divertirnos trabajando, hacerlo bien y toda esa gente vive en esa ciudad pero nosotros no estamos en NY, sólo vamos dos veces al año durante tres días.

¿Instalarse en NY le haría perder su identidad Made in Barcelona?
No necesariamente y Nueva York es una ciudad fantástica pero no me estimula para vivir. No me apetece porque tengo cinco niños y vivo muy bien aquí. Yo valoro otras cosas, mas que me vean como un norteamericano para vender más.

¿Usted es de lo que ahora llaman La Casta?
Yo soy apolítico y no me siento Casta. Nunca he creído en los políticos pero en los últimos años me he desencantado totalmente de la política y de cómo está concebida porque no arregla los problemas de los ciudadanos. Es un mecanismo muy ideológico pero no funcional.

¿Custo es un hombre 2.0. Cómo se informa. Qué lee?
Soy cero activo en las redes sociales, el proyecto Custo sí, pero yo no. Mi hijo de cuatro años ha nacido con las redes y con mi teléfono móvil hace cosas que yo no sé. Veo poca televisión, leo el periódico, hablo con gente y me entero de todo. Soy de la generación de la vieja comunicación. Después de hacer ejercicio en el gimnasio paso por el bar y mientras me tomo un café, leo la prensa.