Para descubrir el papel de Twitter, como el de otras redes sociales, en el mundo no hay como asistir a un encuentro #twecos como el organizado por Crédito y Caución, la a aseguradora de Crédito del grupo Atradius, controlado por Catalana Occidente. Casi lo de menos es que “Twecos se ha convertido en una comunidad viva de catedráticos, profesores, periodistas, empresarios, economistas, analistas y brokers”, como resalta el responsable de Comunicación de Crédito y Caución (@creditoycaucion), Pavel Gómez del Castillo (@pavelianismos).

Lo más importante es que para tratar de entender la economía, lo que pasa y, sobre todo, lo que sucederá, en el mundo, hay que estar en Twitter. Hasta un escéptico como el veterano periodista económico Fernando González Urbaneja (@fgurbaneja), que pone en duda la capacidad de Twitter, que solamente admite mensajes de menos de 140 caracteres, para transmitir un mundo complejo y difícil de sintetizar, se tiene que rendir ante el peso de la evidencia.

“Tras salir de la ducha lo primero que hago es asomarme a Twitter”, confiesa la analista María de la Miel (@mariadelamiel), precisamente una de las primeras que se atrevió a abrir una cuenta en esta red social para comentar la actualidad económica. Dos argumentos de peso. El primero, “los 140 caracteres son una herramienta fantástica para lanzar conceptos sencillos de cultura financiera”. El segundo, Twitter permite “tomarle el pulso a la economía y al sentimiento del inversor”.

Un maestro del análisis como David Cano (@david_cano_m) aporta un argumento más: existen ya modelos econométricos basados en Twitter que, a través de las conversaciones que se generan en esta red social, tratan de anticipar el comportamiento que tendrá la economía.

En esa línea, Crédito y Caución creó el Barómetro #twecos sobre Crecimiento de la Economía Española, que agrupa las previsiones de esta comunidad. Los datos de consenso se harán públicos en marzo, pero Pavel Gómez del Castillo anticipa que “las respuestas de los #twecos están siendo mucho más optimistas que cualquier previsión de los organismos oficiales”, aunque señalan también “importantes incógnitas, como la cotización del euro o del petróleo, la cuestión griega o el calendario institucional”.

Cambio radical que ha sorprendido al mundo

Desde luego, los mensajes en el Desayuno #twecos del 17 de febrero eran optimistas. David Cano resalta que la economía española “ha sorprendido al resto de países desarrollados por su cambio radical” “El debate no es ya si vamos a crecer, como nos preguntábamos hace un año en este Desayuno, sino si lo haremos al 2% ó al 3%”, enfatiza. “En 2008 vivíamos 100.000 millones de euros por encima de nuestras posibilidades y hoy estamos en superávit”, insiste, con una “economía sostenible claramente preparada para crecer de forma equilibrada”, con “la inversión empresarial creciendo a tasas del 7%” a través de fuentes alternativas de financiación al canal bancario y una “apuesta clara de muchas empresas privadas por el I+D” que está reforzando la “capacidad española de exportación en las tecnologías medias-altas”.

Pero Cano, que hizo un ejercicio de pedagogía al explicar las diferencias entre la percepción social y la macroeconómica, señala que queda sin resolver el principal problema generado por la crisis, que “es el crecimiento de la desigualdad social, que debe abordarse”.

María de la Miel cree que “posiblemente España sea la locomotora de las economías avanzadas de Europa” este año, impulsada por “la caída del precio del crudo, la depreciación del euro o la sorpresiva actuación del Banco Central Europeo, que tendrá efectos en la financiación del sector privado”. Aunque considera que los riesgos de desaceleración en la Eurozona no se materializarán, advierte de las incertidumbres: Grecia, Ucrania, Rusia y el complejo calendario electoral.

El periodista económico Miquel Roig (@Miquelroig) pronostica que “durante este año vamos a hablar de Grecia, y esto marcará las pautas en la actividad económica y política, viviremos la inestabilidad de los mercados ante un 2015 muy griego”. No cree que “se dé el Grexit” pero “no se puede descartar un pánico bancario, una Grecia en el euro pero sin euros, un Grexit por accidente”, porque “el 75% de la deuda griega ya no está en manos privadas”. Aunque el impago por parte de Grecia no generaría un problema inmediato ya que “la mayor parte de los avales vencen a muy largo plazo y veríamos diferentes cambios de gobierno antes de tener que materializarlos”.

Para Roig, lo mejor de esta crisis es que “ha servido para reforzar el proceso de integración europea, una tendencia que está aquí para quedarse”. “Hace cuatro años era impensable que el Banco Central Europeo comprara deuda”, argumentan.

¿Entienden por qué hay que acudir a Twitter para saber qué pasa con la economía?