Con una más que llamativa ausencia tanto de representantes del Gobierno (sorprendió la presencia de Montserrat Gomendio, secretaria de Estado de Educación, que parecía en ese acto más perdida que un pulpo en un garaje) como del actual equipo dirigente del PSOE (sólo hubo ‘viejas glorias’ como Enrique Barón, Elena Salgado, José Blanco, Juan Fernando López Aguilar, entre otros), el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, acudió a Nueva Economía Fórum para insistir en la idea sobre que “solo con recortes en los presupuestos públicos ni se sale de la crisis ni se atraen inversores, no es la manera adecuada de hacer las cosas”.

El político socialdemócrata alemán defiende la solidaridad intergeneracional: “no quiero que mis hijos o mis nietos paguen la deuda que he contraído”. Y que se luche contra el fraude fiscal, “es injusta la carga que soportan las pymes mientras las grandes multinacionales utilizan refugios y paraísos fiscales”, como fórmula para obtener fondos que se puedan destinar a dar empleo a los jóvenes a corto plazo.

Reclama “privilegios” para las empresas que creen “empleo sostenible”. Y advierte: “Si no hay empleo, existirá un gran riesgo para la democracia en Europa”.

También pone el acento en el acceso de las pymes al crédito: “Hay proyectos de sobra, pero no encuentran financiación, por lo que no se hacen realidad ni se crea empleo”. Y piensa que una opción es que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) evolucione hacia el capital riesgo.

Mensaje a Tsipras

En el turno de preguntas, el presidente del Parlamento Europeo aprovechó para enviar un ‘recado’ a Alexis Tsipras, primer ministro griego, por acusar a los Gobiernos de España y de Portugal de tratar de bloquear, por razones partidistas, el acuerdo con la Unión Europea: «Cuando alguien llega al Gobierno, no puede dejar sus convicciones en la puerta, pero es importante que se comporte de manera adecuada ante el mundo«. “En la Unión Europea tenemos representantes de países, no de partidos”, insiste Schulz.

“España y Portugal tienen mucho interés en que haya estabilidad en Grecia, como al resto de Europa, porque un fracaso en Grecia afectará a la Eurozona en su totalidad”, argumenta.

No obstante, reconoce que “Grecia necesitará un tercer rescate”, porque 4 meses “no es tiempo suficiente para que la economía griega se estabilice”.

Cree que “no hay solución militar en Ucrania”, que “Europa debe invertir en el país para evitar su quiebra”, y que Rusia “debe entender que tiene allí intereses comunes con Europa, no le conviene la confrontación”.