Santander, BBVA, Popular y CaixaBank (a través del portugués BPI, del que tiene el 44% del capital y una operación en marcha para tratar de hacerse con el resto) son los bancos españoles que han mostrado interés por el Novo Banco, el tercero mayor de Portugal y que se ha quedado con los activos ‘sanos’ del quebrado Banco Espírito Santo.

Las entidades españolas tendrán que competir con los grupos chinos Fosun (que compró la aseguradora Fidelidade al público Caixa Geral de Depósitos en mayo de 2014), Angbang Insurance Group y Bank of China, y el fondo norteamericano Apollo (habitual en las fases iniciales de adquisiciones).

Parece descartado que se presente el BCP, primer banco privado de Portugal, en el que tiene una participación del 4,3% el Sabadell. Éste se encuentra ahora centrado en la integración del TSB británico y en los planes de expansión en México y Estados Unidos.

De momento se trata de ofertas no vinculantes, cuyo plazo de presentación vencía en la medianoche del viernes 20 de marzo. Ahora deberán ser analizadas por el Estado portugués, asesorado en este proceso por BNP Paribas, a lo largo de lo que queda de mes para decidir qué entidades pasan a la fase final.

El mayor problema es que el Gobierno luso mantiene el objetivo de recuperar al menos los 4.900 millones invertidos en la recapitalización de su tercera mayor entidad financiera. Pero en realidad el Estado ha puesto 3.900 millones, porque otros 1.000 millones los aportó el sistema financiero portugués.

Una gran competencia entre los interesados contribuiría a poner en valor Novo Banco, que tiene un volumen de activos de 72.000 millones de euros, y una cuota de mercado del 18%. Le superan sólo el BCP y Caixa Geral.

Los favoritos, en esta fase inicial del proceso, son el Santander, que con Novo Banco se pondría prácticamente al mismo nivel que BCP y Caixa Geral (ahora la filial Totta es el quinto banco del país), y BPI-CaixaBank.