Dicen que la realidad siempre supera a la ficción. Y lo dicen tantas veces que parece que es verdad. Pero una de las mejores maneras de entender lo que está pasando en el mundo es recurrir a la literatura. Haga la prueba: lea “El dinero” de Emile Zola, publicada hace 124 años, ahora, cuando está viviendo en directo la quiebra del BPA y de su filial española, el Banco Madrid.

Zola escribe “El dinero”, una de las obras integradas en el monumental ciclo de la familia Rougon-Maquart, en 1891, cuando disfrutaba de su etapa de mayor madurez literaria, cuando estaba en plenitud de facultades como novelista.

En esta obra habla del dinero, de su capacidad para corromper a las personas, para transformar la sociedad. Zola ve el dinero como una fuerza que pueda ser utilizada tanto para hacer el bien como para el mal.

En un momento de proyectos colosales, como el canal de Suez, pero también de una feroz especulación inmobiliaria (que recuerda tanto a la vivida en España hace pocos años), Zola desvela la cara sucia del dinero a través de un gran pelotazo. Posiblemente sea más justo comparar “El dinero” con el caso Gescartera que con la quiebra del BPA, pero lo importante es comprobar los efectos de la corrupción. Cómo el dinero engendra, o hacer salir a la luz, vicios, taras, intereses creados, ambición, poder. Para obtenerlo solamente es necesario tener talento, suerte y pocos escrúpulos. Mejor, ninguno.

“El dinero” cuenta la historia de Aristide Saccard, con encanto personal y un instinto para los chanchullos financieros. Como tantos otros especuladores, derrocha a manos llenas el dinero que tan fácilmente obtiene. Su sueño es derrocar a Gundermann (un trasunto del envidiado y polémico banquero judío Rotschild), y convencer por fin a su hermanastro ministro para sacarle todo el partido al régimen napoleónico.

Para ello, Saccard elabora un diabólico plan para poner la Bolsa a sus pies. No tanto por la codicia, sino por el afán de respetabilidad, de la necesidad de notoriedad que ofrece el éxito.

“El dinero” es un demoledor retrato del capitalismo, de la banca, de los mercados de capitales, basado además en la quiebra de un banco, que Zola vivió en primera línea. Alrededor de este hecho, la novela muestra la vida de una serie de personajes, sus ambiciones, sus amores y sus problemas, las historias familiares, los adulterios, los sobornos, las ruinas ocultadas. Pero también como las personas son, en muchas ocasiones, marionetas de los grupos a los que pertenecen. Así, están los conservadores católicos contra el tan envidiado como odiado capital judío, con la masonería entre bambalinas.

¡Ojalá la quiebra del BPA sea capaz de generar una obra maestra de la literatura como “El dinero” de Emile Zola! En cualquier caso, leer esta novela le ayudará tanto a entender el desplome del grupo financiero andorrano como a prevenir la próxima quiebra de un banco.