Tardes de conversaciones animadas, de meriendas generosas, la mejor compañía, ambiente acogedor, decoración clásica, sentirte como una lady, dulces deliciosos y tazas de porcelana rebosantes de tés humeantes. ¿Quién se resiste a visitar lugares mágicos en los que nada más cruzar el umbral te transportas a escenarios de película?

Vailima

Salón de té Vailima. Situado junto a la Puerta de Alcalá esta tetería es un lugar ideal para refugiarse del mundo. Ofrecen los mejores tés traídos en exclusividad de todos los rincones del mundo, deliciosa repostería y bollería elaborada diariamente en un obrador propio. También se puede disfrutar de un brunch los fines de semana y carta de plato del día basada en la cocina tradicional. Tés negros, verdes, blancos, rooibos, infusiones e incluso mates, componen una carta de más de 50 referencias con los mejores jardines de té del mundo. Si no encuentras el que buscas, puedes elegir entre los más de 150 para llevarte a casa. O decantarte por sus batidos, helados, cafés…  Además cuentan con una completísima (y deliciosa) oferta de repostería para llevar: berlinesas, cupcakes, tartas, scones, muffins, etc. Coqueto y acogedor, su decoración de aire francés te hace sentir como en tu propia casa.

Living in London

Living in London. A un paso de la castiza plaza de Alonso Martínez, en la calle de Santa Engracia, nos topamos con un pedacito de Londres en la capital. Un colorido salón de té con tienda de productos ingleses que ofrece los típicos sándwiches y las tartas inglesas nos aguarda. El salón de té, que se encuentra al fondo, es pequeño pero fascinante; descubrimos un lugar que evoca los tradicionales tea rooms londinenses de paredes empapeladas de flores, vajillas de porcelana, mesitas con manteles de colores y rebosante de detalles victorianos que consiguen recrear una  cálida atmósfera vintage. Aquí se prueban las especialidades británicas que elaboran artesanalmente, como los scones con mermelada de fresa y crema, y puedes almorzar platos ligeros como sopas o pollo tikka massala. En la entrada del establecimiento se venden productos para llevar a casa tales como galletas inglesas, mermeladas, conservas, tartas caseras, sándwiches de elaboración propia, objetos de decoración para el hogar, delantales, cajas antiguas para galletas, etc.

Salón des Fleurs

Salón Des Fleurs. Es la última pero fabulosa incorporación al mundo de los distinguidos salones de té. Recién inaugurado en Guzmán el Bueno 106 (esquina con Francisco de Sales) se trata de un salón de té que incorpora floristería más tienda de decoración. La propia fachada, que luce unos enormes ventanales rematados en maderas blancas y rosas, ya te advierte que te va a gustar lo que encontrarás en el interior. Nada más cruzar la puerta te trasladas a un universo de cuento. Literal. Un espacio en el que docenas y docenas de flores (orquídeas, hortensias, margaritas, rosas, lilas…), las velas, los sillones rococós y los objetos de decoración de capricho son los protagonistas. Puedes leer, observar el ir y venir de los caminantes, apuntarte a un taller de los que imparten en el sótano, y por supuesto, saborear los cafés y los tés que se sirven en pintorescas bandejas individuales con tazas de porcelana. Las tartas de violetas y la de zanahoria están de chuparse los dedos, sin desmerecer a las galletas y bizcochos caseros.

Margó

Margó. Ubicado en María de Molina, además de salón de té, cuenta con una tienda donde encontrar todo lo necesario para vestir con finura una mesa que impacte a tus invitados con objetos importados de Alemania, Inglaterra, Francia, Portugal y de diferentes lugares de España. Desde bonitos manteles, porcelanas, lozas, gran variedad de accesorios para el chocolate y el café, tés aromáticos, rincón del aceite para comprar botellas de extra virgen elaborado en su almazara… Y dentro del establecimiento, ¿qué se puede probar? La variedad de tés es extensa: té negro (Darjeelin, Earl Grey Supreme, Tower of London, Midsummer´s Peach, París…), té blanco (White Peach, Wedding, Dragon Pearl Jasmine), rooibos, infusiones de camomila, menta y manzanilla y lavanda, chocolates, bocadillitos (imprescindible el de jamón asado con pimientos en almíbar), sándwiches (muy rico el típico inglés de pepino y el de salmón con eneldo) y tentempiés sabrosos.