Seguro que los atentos lectores de La Peineta han leído más de una vez en ella una cita de “Life of Reason” de Georges Santayana: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Por ese motivo, es tan interesante un trabajo de la Fundación Mapfre sobre las lecciones que nos deja el terremoto de Lorca, pese a un título que incentiva poco su lectura: “La valoración de los inmuebles del patrimonio histórico y los riesgos sísmicos en el contrato de seguro: el caso Lorca”

El libro, coordinado por Federico García (profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid) y con Pedro Pina, Gema María Martínez, Jaime Armengot y Eduardo Bernal, extrae lecciones del terremoto que sufrió Lorca el 11 de mayo de 2011.

La obra, fruto una Ayuda a la Investigación Ignacio Hernando de Larramendi concedida por la Fundación Mapfre en 2011, analiza cuatro ejes fundamentales del contrato de seguro de un riesgo extraordinario: el seguro de daños frente a los sismos, el efecto que éstos producen en los edificios de patrimonio histórico-artístico, el seguro de daños específico para estos edificios y, por último, la valoración económica de estos elementos patrimoniales en la cobertura del seguro.

La primera lección de Lorca es que, en la determinación de la prima del contrato de seguro de un riesgo extraordinario, producido en relación con un edificio de carácter singular, la escasez o inexistencia de información previa dificulta el conocimiento de la distribución de un riesgo extraordinario y la cobertura de riesgos alcanza una notable indeterminación.

Para fijar las bases para determinar los parámetros que conforman el contrato de seguro de daños de los edificios del patrimonio arquitectónico frente al riesgo sísmico, se ha tenido en cuenta la caracterización del continente y el contenido de los inmuebles. También, los rasgos de vulnerabilidad frente al riesgo de sismo, que en cada caso determinan su grado de exposición individualizado.

Se han considerado, además, las técnicas de valoración económica, tanto del patrimonio edificado como de los costes de recuperación y de reconstrucción en caso de siniestro, así como la antigüedad de este tipo de inmuebles, generalmente muy elevada, y el componente de elemento de identidad cultural.

Modelo para proteger el patrimonio histórico y artístico

La obra propone un procedimiento para determinar las condiciones que permitan configurar un contrato de seguro del inmueble frente al riesgo de terremoto. Ese modelo combina técnicas convencionales de cálculo del valor de reposición o a nuevo y de la depreciación del patrimonio histórico y artístico de una localidad., junto a un análisis técnico de la vulnerabilidad de cada edificio frente al riesgo sísmico. Esto permite construir la base para la determinación del capital asegurado, y de la consiguiente prima del seguro de Daños.

La principal lección del terremoto de Lorca es que la falta de información sobre el valor económico y los costes de recuperación de un bien considerado patrimonio histórico, artístico o cultural prácticamente impide su aseguramiento.

El trabajo impulsado por la Fundación Mapfre establece con precisión la incidencia del terremoto de Lorca en su patrimonio inmobiliario, histórico y artístico. Lo que puede ser una referencia para otras localidades. Y ésa es su principal contribución, al facilitar la contratación de seguros que cubran los daños a ese patrimonio.