En el Encuentro Deusto Business Alumni, celebrado en Bilbao, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, no da por concluido el ajuste de la banca en España, aunque considera que ya se ha realizado el “grueso” de “una reconversión extraordinaria, por su rapidez y radicalidad”, superior incluso a la que ha sufrido la industria. Pero la reordenación del sistema financiero “continuará” en los próximos años.

Tras reducirse el número de entidades de 57 a 16, cerrar 14.000 sucursales, “una de cada tres”, y asumir 70.000 despidos, el sistema financiero español es “potente, bien capitalizado y provisionado”. Ahora “hay que recuperar la confianza de los clientes, porque han pagado justos por pecadores”, insiste el presidente de Bankia.

Al mismo tiempo, aprovecha para expresar su preocupación porque los «bancos en la sombra» siguen sin regulación. Pese a ser una causa de la crisis, por sus bajos requerimientos de liquidez y capital, se mantienen fuera de control, mientras que las autoridades aumentan los requerimientos, con “más regulación a lo ya regulado”, a las entidades financieras.

Goirigolzarri destaca que Bankia tiene una generación orgánica de capital de 4.000 millones, “una cuota estable”, tiene cerca el objetivo de una rentabilidad del 10% sobre fondos propios. La venta media mensual de productos por empleado pasó de 18 en 2012 a 31 en 2014, y en el primer trimestre ya está en 32,5. También ha diversificado su cartera crediticia, muy centrada en el segmento hipotecario, con comercios, autónomos y pymes.

Bankia concedió 5.520 millones de euros en créditos a empresas y hogares en los cuatro primeros meses del año, lo que supone un aumento del 41% (66% en el País Vasco). La financiación a empresas aumenta el 70%, destaca su presidente.

Goirigolzarri explica que los dos grandes objetivos en este contexto de tipos de interés en mínimos son “incrementar nuestros ingresos, lo que pasa por aumentar nuestros créditos”, y “mejorar la eficiencia, lo cual requiere aplicar mucha innovación al negocio, no solo tecnológica”.

“Un tejido empresarial fuerte, con acceso a financiación, es esencial para cimentar el avance de la economía española, que, para acabar con la lacra del desempleo, no sólo necesita varios años con crecimientos vigorosos, sino abordar decididamente el problema de la formación y empleabilidad del capital humano”, señala el presidente de Bankia.

Para ello, se requiere continua mejora de la competitividad de las empresas, “que aporten mayores capacidades de innovación y, en definitiva, tengan una mayor productividad”. “Y eso requiere tamaños críticos mínimos en nuestras empresas, porque aunque es obvio que la innovación y la productividad dependen de más factores, el tamaño es crítico”, precisa.

El lío de la fianza

Goirigolzarri insiste en que Bankia y BFA abonarán la fianza impuesta por la salida a Bolsa del banco en 2011 (durante la presidencia de Rato), pero recuerda que los 34 millones de euros tienen que ser aportados por «las seis partes implicadas», en alusión a su antecesor, y los exdirectivos Francico Verdú, José Manuel Fernández Norniella y José Luis Olivas. La postura de Bankia con respecto a este asunto una vez que la fianza inicial ha sido rebajada de 800 a 34 millones es «la misma».

«Por lo tanto, si ellos no pagan su parte, por supuesto se lo vamos a reclamar», señala el presidente de Bankia, que precisa que el plazo para abonar la fianza impuesto por el juez de un mes, desde su notificación, «todavía no ha transcurrido».