Esta iniciativa emprendida por CaixaBank y el Anti-Phinshing Working Group (APWG) permitirá impulsar la investigación científica y la divulgación entre el público general. El proyecto se ha presentado este viernes en el marco del Congreso Internacional eCrime Summit 2015 que tiene lugar en Barcelona esta semana y en el que han participado más de 200 expertos en seguridad informática de todo el mundo.

Actualmente, CaixaBank cuenta con más de 4,4 millones de clientes online activos en Línea Abierta, 2,4 millones de clientes que operan regularmente con el móvil y la mayor cuota de mercado en “home banking” del mundo (36% según datos de Comscore). En 2014, CaixaBank registró más de 2.260 millones de operaciones por Línea Abierta web y más de 1.487millones de operaciones por móvil. Según datos de la APWG, 2014 fue un año récord en intentos de phishing, con más de 250.000 ataques registrados (uno nuevo cada dos minutos), pero sorprendentemente, CaixaBank es una de las entidades que reciben menos ataques por internet.

La razón de este bajo índice de ciberataques es la creación de un grupo especializado en respuestas e incidentes de seguridad informática (CSIRT) y de un centro que centraliza y controla la seguridad de todo el grupo “La Caixa” a todos los niveles, conocido como iSOC (Integrated Security Operations Center). Con estos datos, queda demostrado que “la mejor cura es la prevención”, tal y como ha asegurado Carlos Fernández Guerra, community manager y responsable de la exitosa cuenta de twitter @policia en el marco del simposio sobre seguridad electrónica, en el que también ha defendido el papel de la colaboración y la importancia de la comunidad participativa para frenar el cibercrimen.

El Vicepresidente de CaixaBank, Antonio Massanell, en su intervención de clausura de la jornada, ha defendido el papel clave de la seguridad tanto para las entidades bancarias como par la evolución tecnológica en general: “Dado que las entidades financieras operamos por vía electrónica, La seguridad es un activo que debe evolucionar constantemente para salvaguardar los productos financieros, el crecimiento del sector y el futuro de canales, redes y servicios, e incluso de internet en general. Sin un alto nivel de seguridad, Internet no podrá progresar como lo ha hecho hasta ahora”.

Queda claro pues, tal y como ha recalcado Aimee Larsen, investigadora senior de APWG, la clave es la educación a las nuevas generaciones, para que el conocimiento sea el remedio natural de los fraudes. “Hay que enseñar a los niños a usar internet de la misma manera que a conducir. Empezaran aprendiendo sin ser conductores, pero conocerán poco a poco el significado del semáforo en rojo o de las señales de tráfico de la misma manera que debemos enseñar a nuestros hijos el marco en el que van a ser usuarios de internet para evitar futuros fraudes que les puedan afectar” ha comentado Larsen.

La iniciativa de esta nueva organización con sede en Barcelona está abierta todas las empresas e instituciones interesadas en participar y ya cuenta con la colaboración de ICANN, Telefónica, GMV y Erste Group Bank, para asumir el objetivo de coordinar el trabajo de empresas, instituciones y cuerpos de seguridad contra el e-crimen.

“Todo el mundo está de acuerdo en que hay 3 aspectos claves en este proceso de digitalización que vivimos: la movilidad, el uso de la información y la seguridad. Siendo la seguridad el más imprescindible, pues sin seguridad no tendríamos ninguna de las otras dos e incluso nuestro negocio desaparecería por falta de confianza por parte de los clientes. Por ello la seguridad es un aspecto que debe evolucionar continuamente y para ello ha nacido esta iniciativa” ha asegurado Massanell.