Con cuarenta minutos de retraso, que es la costumbre, llegaban Nicole Kimpel y Antonio Banderas a las canteras de Nagüeles en Marbella para dar por inaugurada la VI Edición de la Gala Benéfica Starlite. Aunque la novia de Banderas “habla perfectamente español porque ha aprendido muy rápido”, según dijo Anne Igartiburu que ejercía de introductora del acto de entrega en el “fotocol” de Ford de dos vehículos Mondeo Vignale valorados en 92.000 euros, lo cierto es que entre el actor y su novia holandesa hablan en inglés. Aún así, Antonio dijo bien claro y en español, antes de entrar en las canteras, que “Nicole no viene del mundo del espectáculo, pero se desenvuelve bastante bien en él”, lo aclaró, para despejar dudas y en un aparte me afirmaba que “la felicidad es para los tontos porque no existe. Me gusta la vida y ser alegre”. Anoche cumplía 55 años “un año más de vida, en eso estamos en la segunda parte de la vida. De momento me he instalado en Londres y empiezo el 15 de agosto la Universidad, me voy a pasar cuatro años estudiando y todavía no me he comprado los libros ni la mochila pero creo que ahora ya no se lleva mochila a clase”. Y por qué se le ocurre estudiar ahora una carrera, cuando ya tiene otra bien asentada “voy a ser diseñador de momento, el businessman llegará si triunfan las colecciones que diseñe y estudio porque me gusta hacer las cosas bien”. Y aunque su esmoquin era impecable, no era tan radiante como el del encargado de la subasta de objetos singulares durante la cena en las canteras, el Michi Primo de Rivera, hecho a medida por, Armando, el mejor sastre de Jerez, en azul marino y con pajarita de lunares y con esa planta de dos metros, era irresistible no pujar por un lavabo de oro, que comenzaba por 2000 euros o una semana mágica en los Emiratos Árabes, cosas más para los rusos presentes que para las princesas Kassia Al-Thani o Hassa Al Shath descendientes de familias reales árabes, con sus joyones e invitadas por Cartier, que se lo tienen más que visto. Una cena larga, calurosa, solidaria y salpicada por entregas de premios solidarios a Imanol Arias o Irene Villa, actuaciones de Sara Baras, Francisco con Enrique Ponce, Laura Pausini, Víctor Manuel, Ana Belén y momentos mágicos de Antonio Banderas con el Mago Pop. Y qué se hace con todo lo que se recauda, se preguntarán ustedes, pues siempre se destina a la fundación de Antonio Banderas, “Lágrimas y favores” y a la de Sandra García-Sanjuán, “Niños en Alegría” Entre el coste de la cena, de 800 a 1000 euros el cubierto, los 92.000 euros que dona Ford en forma de dos cochazos, la subasta y la rifa, el año pasado superaron el millón de euros de recaudación.

En realidad la Gala comenzaba para Javier Banderas y para mí, el domingo en Mallorca, cuando el hermano de Antonio, terminaba de regatear en la Copa del Rey de Vela, donde ha quedado tercero y nos poníamos a comentar de malagueño a malagueña los intríngulis de la nueva vida de su hermano y de la gala marbellí “Sí, yo ahora me pongo la pajarita en el avión a Málaga y directo a la Starlite.”. Y hasta la cantera en lo alto de una montaña marbellí de la que salía la piedra para levantar Puerto Banús, ponía rumbo a las ocho de la tarde del domingo el hermano y socio del actor malagueño. Allí sentado en un lugar preferente con Paco Fortes, el calvo y maravilloso abogado de Banderas, que para mí es una pieza fundamental del evento solidario porque siempre Antonio le encasqueta lo más difícil de subastar “y él nunca lo lleva a cabo, puja por lo que mi hermano se lo pide, se lo adjudican y no lo utiliza”, antes de sentarse en su mesa redonda para diez comensales a más de 800 euros el cubierto, comentamos que es el primer año que Antonio acude con Nicole Kimpel y su hermana gemela, Bárbara “Yo a mi hermano lo veo muy contento, muy bien en una etapa de su vida muy buena. A mí Nicole me encanta, es una chica muy dulce, muy simpática. Melanie también era una mujer estupenda, desde que tuvieron los problemas no tengo mucho contacto con ella, pero hablo con Yolanda, que es la asistente de mi hermano allí, la tenemos mucho cariño porque han sido muchos años los que han estado juntos. Mi hermano le tiene mucho cariño y siempre se lo va a tener”, tampoco su hija Stella del Carmen ha venido “ella estará interna en Nueva York este curso porque pronto empieza la Universidad. Mi hermano tiene allí un apartamento y seguirá viajando para verla cuando pueda. A mí me encanta la ciudad así que estoy encantado, iremos más por allí”. Curiosamente padre e hija se convierten en universitarios al mismo tiempo. Antonio Banderas tenía una espinita clavada por no haber terminado sus estudios superiores, al haberse ido con una mano delante y otra detrás a Madrid para ser actor “él empezó a estudiar Magisterio. Cuando mi hermano grabó la primera película en 1990 no tenía ni idea de hablar inglés, sin embargo se estudiaba las líneas fonéticamente y al final está doblando al gato con botas y a personajes en un idioma distinto al suyo. Él además también estudió Arte dramático y solo le quedaba una asignatura pendiente y siempre decía “yo ya no me la saco, Antonio Banderas no ha terminado…”. Cuando la Academia de Cine le hizo un homenaje en Málaga le dieron la asignatura que le quedaba pendiente así que Antonio Banderas ya tiene un título superior, el de Arte Dramático”. Y por último, decir que la “Fundación Lágrimas y Favores” de los hermanos Banderas, nace en el año 2010 “es el sexto año que estamos colaborando con la Starlite, antes teníamos otra fuente de financiación pero al llegar al acuerdo con la gala de Marbella, ahora nuestra fuente principal de financiación es esta. Damos 25 becas anuales desde hace seis años, ya hemos mandado a estudiar a Estados Unidos y a Canadá a 150 alumnos que están muy agradecidos, pero también colaboramos con Caritas, la Universidad de Málaga y con JUDECA, que cuida a enfermos de cáncer terminal, y estamos muy orgullosos de todo ello” y los Banderas son tan generosos que no les importa compartir el cumpleaños de Antonio con casi un millar de desconocidos porque según tocaban las doce de la noche, una gran tarta con sus 55 velas aparecía y el público en pie le cantaba el “Happy Birthday to you” en inglés porque es una gala internacional. “Bueno sí nos da un poco de rabia” me admitía su hermano Javier Banderas, “pero también está bien. Ya lo celebramos nosotros al día siguiente en casita cantando y con jamón ibérico. Ahora, al estar mi hermano más cerca, el grupo de amistades está más unido, después de la Starlite nos vamos a su casa y lo celebraremos allí”.