No es el primer síntoma de que en la OPEP hay mucho movimiento subterráneo. En ls últimas semanas, Argelia y Ecuador también se han manifestado preocupados por el bajo nivel alcanzado por los precios y han solicitado medidas por parte de la OPEP, pero que uno de los grandes productores, Venezuela, pida una reunión para coordinar esfuerzos con Rusia tendentes a estabilizar los precios y conseguir que vuelvan a subir ha sido tomado algo más en serio por el mercado.

Como puede apreciarse en el gráfico, la reacción no se ha hecho esperar, pero la incógnita está en saber cuánto tiempo se mantendrá. La mayor parte de los analistas subraya que es difícil que se produzca un acuerdo de reducción de producción para subir los precios cuando precisamente los países que lo solicitan no están dispuestos a rebajar su bombeo y pretenden que sean los grandes países de la OPEP los que lo hagan.

El problema para ellos es que las posibilidades de que Arabia Saudí o Irán rebajen su producción son más bien escasas. El movimiento de Arabia Saudí tiene por objeto claramente un aumento de su cuota de mercado mediante la simple expulsión del mismo de todos los productores que no sean rentables a 40 dólares por barril.

Para colmo, la normalización de las relaciones con Irán tras la firma del acuerdo nuclear añade a otro gran productor a esta lucha por cuota de mercado en un mercado con previsiones a la baja, lo que ha terminado por poner contra las cuerdas a Venezuela o a Ecuador.

En cualquier caso, la reacción del mercado ha sido realmente interesante y el precio del crudo ha repuntado un 10,83% en lo que supone el mayor avance desde marzo de 2009. En el caso del Brent, el repunte ha sido el mayor desde noviembre de 2008.