La actriz española Penélope Cruz en un acto de Viceroy

“Nunca dejaré la interpretación porque es como una droga a veces muy sana y otras muy loca. Es algo que te engancha y es muy difícil dejarlo, pero sí me gustaría compaginarlo con hacer documentales” y ese día ha llegado para Penélope Cruz, que nos recibe en su feudo natal “Alcobendas y San Sebastián de los Reyes me han dado mucha felicidad porque aquí es donde me he criado y donde está la memoria más fuerte de mi infancia” con una voz dulce y firme nos comunica que comienza a dirigir en Madrid su primer documental producido y distribuido por Viceroy en cuya sede nos encontramos. Además del documental, también han creado una pulsera, cuya venta recaudó el año pasado más de 30.000 euros que fueron destinados íntegramente a la investigación contra la leucemia infantil. El reto al que se enfrenta ahora Penélope Cruz, va más allá de ser imagen o de colaborar en el diseño de los relojes, que también. En este caso, la actriz se pone detrás de la cámara para dar visibilidad al trabajo que hace la ONG «Uno entre cien mil» con niños que sufren leucemia.

Con 50.000 euros se puede dotar una beca para investigar durante un año remedios contra una enfermedad de la que se detectan 300 casos anualmente en niños españoles. Penélope se encuentra en la fase de documentación con intención de estrenar antes de que acabe el año. «Lo rodaré con un equipo mínimo, quiero contar lo que los niños y los padres quieran contarme y sé que será un viaje emocional muy fuerte para mí, que me arma de valor. Si me afecta bienvenido sea porque me hará aún más sensible a estos temas, todo lo que tiene que ver con niños siempre me motiva y colaboro desde que empecé mi carrera con muchas organizaciones. Soy muy feliz con las cosas que me surgen paralelamente a mi trabajo. Te enamoras de cada uno de estos niños y se quedarán conmigo para el resto de los días. Me conozco y será imposible que deje en la puerta de mi casa todo lo que estoy viviendo con este documental. No lo hago por cambiar el mundo pero sí por contribuir con mi granito de arena a que al menos la vida de una persona sea mejor. Claro que este rodaje me afectará pero no me bloqueará porque por desgracia es parte de la vida”.

Este cameo con la dirección no es el inicio de un cambio laboral para Penélope “tengo interés es seguir dirigiendo y creo que algún día sí haré un largo porque el gusanillo lo tengo. En los rodajes los vuelvo locos a todos con mil preguntas. El secreto de todo es organizarse bien, ahora no ruedo tanto y sigo diseñando. Antes de tener a mi familia hacia cuatro películas al año, la única vida que tenía eran esos personajes. He bajado el ritmo a una o dos películas al año para poder dedicarme a estas cosas que también me llenan mucho. Es una revolución interior tan grande que cambia la visión del mundo, desde el minuto cero todo lo ves de otra manera desde que soy madre. Es lo mejor que me ha pasado en la vida, el regalo de vida que es convertirte en madre. Siempre me he sentido normal gracias a la familia que tengo, a cómo y dónde me he criado y a los valores de mis padres, cómo han luchado por sacarnos adelante cada mes, las cosas con las que he crecido son mis valores y eso me hace ser lo que soy. Es difícil que cambie ahora, mi discurso de agradecimiento no es una pose es una realidad porque me levanto por las mañanas motivada porque me hace feliz mi trabajo y doy las gracias por ello”