La organización empresarial sin ánimo de lucro, el GremiCarn de la ciudad catalana, pronostica que este año venderá 2.500.000 unidades en estas fiestas, unos 225.000 canelones más respecto al año anterior.

En el 2014, la asociación, que representa a más de 950 charcuterías y carnicerías tradicionales de la ciudad condal y comarcas, ofreció 2.275.000 unidades de canelones por lo que este año piensa aumentar sus ventas un 1%.

A lo largo de 150 años, el Gremio ha potenciado los valores de la cultura tradicional y artesana introduciendo nuevas ideas en el consumo y en la presentación de los mejores productos artesanos. De hecho, en esta ocasión la organización ha subrayado que ellos hacen los “canelones de toda la vida” para degustarlos en familia el día de Sant Esteban.

Este año, la asociación ha hecho hincapié en el sencillo, pero laborioso proceso de elaboración de los canelones, donde entran en juego los siguientes ingredientes: cerdo y ternera de primera calidad, butifarra, zanahorias, cebolla y otros condimentos. Con ello, se realiza el rustido y, una vez enfriado, se añade el pan untado con leche para conseguir un relleno tierno y meloso.

Los expertos, además, ponen el acento en el toque estrella: la bechamel, hecha con mantequilla, harina, leche y nuez moscada. Todo en su conjunto conforma los deliciosos canelones que degustarán muchas familias estas fiestas. Este producto llegó a Catalunya el año 1815 de la mano de Giovanni Ardizzi, quien los hizo populares en un restaurante catalán.