Comemos en casa de Cuqui Fierro

19/01/2016

Carmen Duerto. Sí, Cuqui Fierro ha sido una mujer de buen comer “ahora lo que me gusta es pellizcar he perdido mucho apetito, cojo de aquí y de allá pero poca cosa” el apetito se lo han quitado dos dolores que lleva en el alma y no hay vianda que lo alivie.

La pérdida de dos hijos le encogió el estómago y sin embargo es una de las mujeres más generosas recibiendo en su casa. Recibe como lo haría María Antonieta, con una mesa adornada con conchas en verano, plumas de faisán en temporada de caza y dorados con brillis en Navidad “me gusta recibir en casa y poner mesas bonitas con una gran variedad de cosas” y en sus ágapes siempre hay “unos buenos aperitivos, un buen primer plato y varios postres. Mi cocinera lleva conmigo dieciséis años y prepara unos postres exquisitos porque me gusta que todos se haga en casa”. Así como a su hermana le apasionaba cocinar a Cuqui le interesaba aprender idiomas. Habla inglés, francés, portugués, alemán y algo de italiano. “Nunca jamás he hecho nada por cocinar porque he tenido quien lo hacía. Me encanta la buena mesa pero casi siempre estoy a dieta. A mí lo que me gusta cuando viajo es visitar los monumentos y los mercadillos de la calle pero no los mercados de comida, esos no me interesan nada”. Sigue el horario europeo y antes de las ocho, cena algo frugal como un gazpacho y un sándwich “también comemos muchas patatas a lo pobre, que es algo que le gusta a todo el mundo y que en casa se sirve en plato sopero con carne picadita”.

Para cocina rica, la española

Cuqui Fierro es de cocina española “sin duda, es la mejor, sin olvidar la portuguesa porque desde que tenía dos años viajo con frecuencia a Oliveira y me encantan sus dulces y cómo preparan el bacalao”. Cuando las dietas la dejan, no duda en comerse una paella, unos huevos fritos o un poquito de caviar, que son sus preferidos “también recuerdo los buñuelos con crema y la salsa de chocolate. En casa, la cocinera se encarga de la compra y sabe que nunca puede faltar una buena provisión de galletas”. La cocina de vanguardia o las de fusión no le interesan nada y no las frecuenta “mi restaurante favorito es mi casa porque tengo una buena organización y se cocina muy bien. Por ejemplo, podemos poner langostinos que pueden ser congelados pero mi cocinera los sabe descongelar bien y los acompañamos de una salsa fuerte y están exquisitos. A mí me encanta el marisco”. Es evidente que cuando viaja no lo hace por curiosidad gastronómica y no ha intercambiado jamás recetas porque las desconoce, pero sí sabe que hay un plato “que cuando recibo en casa a todo el mundo le encanta y es un bacalao al estilo portugués que se llama “A bras”. En contra de lo que uno pudiera imaginar, los invitados a su mesa no son las grandes fortunas del mundo, que también acuden, si no en muchas ocasiones quien ha caído en desgracia “es algo que aprendí de mi padre, a acordarme de los que caen, es entonces cuando yo les invito a mi casa”.

RECETA DE CUQUI FIERRO

Bacalhau à Brás

  • 600 gr de bacalao desmigado, desalado y sin espinas
  • 1 kg patatas
  • 3 cebollas
  • 2 ajos
  • 6 huevos
  • Aceite
  • Aceitunas para decorar y sal y pimenta al gusto

Fría las patatas y déjelas escurrir sobre papel absorbente. En una sartén se fríen los ajos y las cebollas, cuando estén traslucidas se sacan y en ese aceite se fríe un poco el bacalao, cuando esté casi hecho, se añaden las patatas, los ajos y las cebollas fritas, se mezclan bien todos los ingredientes y se retira del fuego. Se baten los huevos aderezados con sal y pimienta, se echan sobre el bacalao y se lleva al fuego medio, removiéndolos constantemente hasta que cuaje el huevo. Se sirven inmediatamente adornado con aceitunas.

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