Luis Conde, presidente de la firma Amrop Seeliger y Conde, ha sido el protagonista de la última sesión de los Desayunos ESADE Alumni, celebrada en Madrid el 3 de febrero y titulada Reflexiones de un headhunter.  Y entre sus reflexiones, cabe destacar ésta: “Los retos y el fracaso son claves del éxito profesional”. Conde también ha reconocido que “en el trabajo de un cazatalentos, hay tres fases importantes: la primera es ser capaz de entender las necesidades reales del cliente y cuáles son sus valores; la segunda es contar con una buena base de datos, y la tercera es tener la capacidad de persuasión con los candidatos adecuados”.

Luis Conde, en la última sesión de los Desayunos ESADE Alumni.

“Después de haber entrevistado a más de 20.000 personas a lo largo de mi carrera profesional, considero que la fórmula del talento es una combinación de tres elementos: los conocimientos, los valores y la actitud”, ha dicho Conde. “En nuestro país, así como en otros países con economías avanzadas, vivimos en una época en que muy pocas áreas del conocimiento no están al alcance de todo el mundo”, ha indicado. “Por eso, cuando entrevisto a un candidato, tiendo a dar por supuesto que, en su perfil técnico, no miente. En cambio, me fijo en otras cosas: primero observo sus valores y si éstos se adecúan con los de mi cliente”, ha señalado Conde.

El presidente de Amrop Seeliger y Conde ha dicho del esfuerzo que es “el valor más importante, porque con pasión y esfuerzo casi todo sale bien; luego se suman valores como la responsabilidad, el afecto hacia los que te rodean, el optimismo…”.  En segundo lugar, ha destacado la importancia de observar la actitud del candidato durante la entrevista: “´Ésta es, para mí, el 80% del éxito”.

“En mis entrevistas también suelo preguntar, ‘¿en qué momento de su vida profesional se ha equivocado usted?’ Si un candidato me responde ‘nunca’, le descartaré”, ha confesado Conde, “porque esa respuesta me sugiere dos escenarios: o una falta de capacidad autocrítica, o la posibilidad de que la primera vez que se equivoque en su vida sea con mi cliente”, ha añadido. “En España se castiga socialmente el error, no hay espacio para la equivocación. Sin embargo, sin fracaso no hay éxito. Por eso hay que cambiar de chip, el fracaso nos tiene que ayudar a crecer”, ha asegurado Conde.

Tener retos, esencial
“En mi generación, la de los nacidos en los 1950 en España, con la guerra civil española y la segunda guerra mundial a nuestras espaldas, crecimos con el ideal de que seríamos capaces de lograr lo que quisiéramos, y aunque la mayoría contábamos con muy pocos recursos, sí teníamos mucha ambición”, ha reconocido el headhunter. También ha destacado que “los retos en la vida son clave”.

En este sentido, Conde ha revelado: “En mi vida, me he planteado y he cumplido cuatro grandes retos hasta el momento: el primero fue crear Seelinger y Conde, sin ser un headhunter; el segundo fue cruzar el Atlántico a vela, sin saber navegar; el tercero, hacer vino, sin ser experto en vinos, y el cuarto, dirigir los movimientos 2º y 4º de la segunda sinfonía de Mahler, sin saber de música”.

“Cuando uno tiene un reto, se siembra una semilla. Lo importante es el trecho que va de la semilla al fruto. Para hacerlo, primero hay que querer hacerlo. Luego, debes rodearte y ponerte en manos de los buenos. Ahí siempre hay un proceso de aprendizaje de valores, como la humildad, el sacrificio o el compromiso”, ha dicho Conde. “En la vida, nunca mires el banderín de llegada. Hay que correr hasta el final”, ha concluido.

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