De toda  esta debacle en la que se encuentra España, sin un gobierno desde hace casi un año, alguien saca algo positivo: Correos. Gracias a las campañas electorales con sus mailing masivos a los más de 36,5 millones de votantes, la empresa pública ha logrado mejorar sus ingresos.

Como servicio público, que en el presente ejercicio celebra su 300 aniversario, logró cerrar 2015 con el primer aumento de ingresos en seis años. En total, facturó 1.765 millones de euros, un 2% más que un año antes (en que hubo menos elecciones, las Europeas y catalanas). En la memoria publicada por la SEPI, a la que pertenece la empresa, explican que este aumento se debe a la mejora del servicio de paquetería y…. ¡a las elecciones!

Correos ha sido una de las empresas públicas más «recortadas» por la crisis. Como servicio público recibe aportaciones de los presupuestos generales del Estado. En los dos últimos ejercicios ha visto descender estas aportaciones de los 518,17 millones (2014) a los 180 millones (2015). Esos 338 millones menos le ha supuesto a la empresa registrar pérdidas en 2015, después de que en los dos ejercios precedentes hubera arrojado beneficios.

Con la competencia privada arañando día tras día cuota de mercado y el continuo descenso del envío de cartas, cuya batalla ha perdido desde que apareció Internet, la sociedad pública recibe dinero de los presupuestos por ser el operador encargado de garantizar la prestación del servicio postal universal. Es decir, por trabajar a pérdidas, pese a que sus gestores están introduciendo nuevos servicios para recuperar su maltrecha cuenta de resultados, que suele mal llenarse con lo cobrado por los servicios postales, telegráficos y de paquetería, además de la venta de productos filatélicos.

Tal vez el Gobierno de Mariano Rajoy cuando decidió recortar de forma tan drástica las aportaciones del Estado a Correos ya estaba pensando en la que se avecinaba, y con tantas campañas electorales a la vista pensaría que compensaba de alguna forma ese recorte.

Porque elecciones en 2015 hubo para dar, tomar y regalar. Y en 2016 no parece que vayamos a parar. Así que 2015 sirvió para llenar sus mermadas arcas. Todo comenzó el 22 de marzo con las elecciones andaluzas. Dos meses después, el 24 de mayo se celebraron elecciones municipales y autonómicas en Asturias, Cantabria, Navarra, Castilla y León, La Rioja, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Región de Murcia, Canarias, Islas Baleares, Aragón, Extremadura y en las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla.

Por si fuera poco, el 27 de septiembre los catalanes volvían de nuevo a acudir a las urnas y como colofón, el 20 de diciembre se celebraron las elecciones generales de la breve XI Legislatura, que no sirvió para tener Gobierno.

Por lo visto hasta ahora y la que se puede avecinar, si llegamos a las terceras elecciones generales en sólo un año, en 2016 continuará aumentando los ingresos, porque nuestros políticos no son capaces ni de acordar para elegir un presidente del Gobierno ni para reducir los gastos electorales.

Mientras tanto, Correos presume por los foros internacionales de ser el primer operador postal del mundo que ha dotado a todos sus carteros con dispositivos PDA inteligentes, a fin de ofrecer sus servicios en tiempo real a sus clientes. Dentro de poco también lanzará una cartera de servicios en «la nube» (eCorreos).

Los españoles nos alegramos de que Correos incremente sus ingresos, aunque escuece saber que en gran parte es por la cantidad de elecciones que se celebran en España ante la ineficacia de nuestros políticos.