Hay mil y una formas de llevar el cabello rizado: sofisticado, natural, salvaje… Las mujeres buscan cuidados capilares adaptados a sus necesidades. Pero, ¿cuál es sueño de toda persona con el pelo rizado? Conseguir mantenerlo flexible, suave, brillante y con un rizo bien definido. Por ello René Furterer presenta dos nuevos rituales para el cuidado de los rizos, a base de aceites esenciales y extractos vegetales. Para sublimar estos cabellos secos y exigentes la firma ha puesto a punto fórmulas inéditas, al mismo tiempo que hidratantes y reestructurantes.

¿Cuál es el secreto de esta nueva gama a la que han bautizado Karinga? Unos activos naturales fuera de lo común, escogidos del corazón de los rituales de belleza de tradiciones ancestrales y reconocidos a lo largo del tiempo que os desvelamos a continuación.

ARGÁN, el oro líquido. En las puertas del desierto marroquí crece el arganier, un árbol milenario considerado un verdadero don del cielo. Raro y precioso, el aceite de argán es un verdadero concentrado en ácidos grasos, indispensables para restaurar el film hidrolipídico protector de superficie y así mantener la hidratación del cabello.

MORINGA, el oro nutritivo. Aclimatada al sur de Madagascar, la moringa es un árbol mítico conocido con el sobrenombre de «árbol de la eternidad». Por su capacidad de supervivencia en un medio hostil y de propiedades medicinales y nutricionales excepcionales. Rica en lípidos polares (esteroles, ceramidas, fosfolípidos), el extracto de moringa interfiere en el corazón de la fibra para reconstruir el cemento intercelular y así reforzar la solidez del cabello.

KARITÉ, el oro verde. Es un árbol sagrado originario de África Occidental, llamado también «árbol de manteca»; el karité es conocido por las mujeres burkinesas por su riqueza incomparable en agentes nutritivos e hidratantes. Rico en insaponificables (karitenos, tocoferoles) y en antioxidantes, la manteca karité envuelve la fibra para formar un velo protector contra las agresiones externas.

Solidaridad y responsabilidad. Seleccionando estos tres activos vegetales, René Furterer se compromete a mantener tres filiales de aprovisionamiento responsables de productores locales. Así, se crea una verdadera red económica y social, que va más allá de la compra de productos.

El argán René Furterer apoya tres cooperativas marroquíes productoras de aceite de argán y desarrolla su compromiso financiando tres guarderías para acoger a los hijos de las mujeres adheridas a estas cooperativas. La marca también se ha comprometido en Burkina Faso con el Karité ético desde su encuentro en 2007 con Nathalie Ouattara, fundadora de la Sotokacc (una pequeña empresa burkinesa productora de manteca de Karité). Intercambio de saber, desarrollo de una producción de calidad respondiendo a las exigencias farmacéuticas, formación de los asalariados en Burkina, respeto por la biodiversidad, mejora del nivel de vida, acompañamiento sólido para establecer una filial de aprovisionamiento de manteca de Karité. Por último, en Madagascar, René Furterer continúa con varias misiones de apoyo. En primer lugar, económico y ecológico, aportando una ayuda logística a los agricultores: mejora de las rentas, aprendizaje de buenas prácticas de cultivo, diversificación… Otra misión fundamental de René Furterer es la lucha contra la malnutrición. La empresa actúa ayudando a las escuelas y a las mamás, con el fin de reintroducir la moringa, de virtudes nutricionales excepcionales, en la alimentación local.

La nueva gama Karinga de cuidados específicos de los cabellos rizados y desrizados se compone de los siguientes productos:

• Champú concentrado de hidratación: 17,85€

• Mascarilla hidratación suprema: 32,00€

• Crema hidratante de peinado sin aclarado: 18,90€

• Aceite nutrición suprema: 33,00€