En otra sesión que ha transcurrido sin pena ni gloria, las bolsas europeas han cerrado con tono ligeramente bajista. Solo el MIB italiano ha destacado cobre los demás al repuntar un 0,69%, ya que ni CAC (-0,25%) ni DAX (-0,02%) ni el Ibex (-0,08%) han logrado cerrar en verde. De hecho, tras acumular cuatro caídas consecutivas, el selectivo español ha borrado las ganancias que llevaba acumulada desde que comenzó enero.

La cita del día ha sido la reunión de tipos del BCE, aunque apenas ha tenido impacto en los mercados. Draghi ha echado balones fuera y no quiere ni hablar de tapering (eliminación de estímulos) y menos de subida de tipos. Al ser preguntado por el evidente aumento de la inflación ha comentado que este ha sido producido principalmente por los precios energéticos y que aún no percibe signos suficientes de fortaleza en la inflación subyacente (la que excluye los elementos más volátiles de la cesta de la compra como alimentos frescos y combustibles).

Donde sí está habiendo más movimiento ha sido en el mercado de divisas. El dólar ha vuelto a repuntar desde que ayer Yellen hiciese unas declaraciones pro-subida de tipos, por lo que borró el efecto que habían tenido las palabras de Trump el día anterior, cuando provocó una depreciación del billete verde al señalar que lo ve demasiado fuerte. Será precisamente Donald Trump el que acapare todas las portadas mañana, día en que será investido como el 45º presidente de EE.UU.

A nivel corporativo, las mayores ganancias se han producido en Grifols y Meliá (con avances superiores al 3%) y en bancos medianos como Sabadell y Popular, que han sumado cerca de un 2,5%. En lado de las caídas se han situado Mapfre (-2,07%), Enagas (-1,75%) y Arcelormittal (-1,63%).

En el mercado primario de deuda, el Tesoro ha colocado 4.822 millones de euros en bonos a tres, cinco y diez años. En el caso de la deuda a tres años ha logrado `cobrar´ por emitirla al situarse el tipo de interés marginal del -0,22%.

Mientras tanto, el petróleo continúa cotizando en un rango muy estrecho en la zona de los 55 dólares (barril Brent). El efecto positivo que tuvo en el precio el acuerdo de la OPEP está siendo contrarrestado por el aumento de producción en EE.UU., lo que podría volver a desequilibrar el mercado.