La baronesa Carmen Thyssen va camino de convertirse en una marca en el mundo del arte. Con la protección de la virgen de Guadalupe, de la que es devota, la baronesa sigue expandiendo su marca por el mundo, después de Madrid, Málaga y Sant Feliu de Guixols, ahora le toca el turno a Andorra. El próximo 16 de marzo abrirá sus puertas el Museo Carmen Thyssen de Andorra, dirigido por Guillermo Cervera, que me atrevo a asegurar que es su sobrino favorito además de su hombre de confianza. Él modestamente lo achaca a otros motivos «somos muy pocos de familia. Ella es mi madrina y Lex Baster mi padrino y a su vez, mi tía es la madrina de mi hija». El hijo de su único hermano, además de experto en arte, ha sido buceador, es músico, toca la batería, es maestro chocolatero y le han salido los dientes rodeado de la colección de pictórica de sus tíos los barones Thyssen, Heini y Carmen.

A raíz de la inauguración del museo andorrano, Guillermo Cervera ha salido a los focos «siempre me he mantenido en un segundo plano. Soy un hombre de campo, siempre estoy en un segundo círculo con mi tía pero no me verás «. Lleva los brazos tatuados «son tatuajes polinesios que me hice cuando vivía en Hawai y el de los dedos de la mano derecha, significa pastelear porque estudié gastronomía quedé el cuarto de España en el campeonato de chocolate» de ahí que sea el encargado en su familia de hacer las tartas de cumpleaños. Se lleva once años con su primo Borja y asegura que, aunque digan que no se tratan porque es más noticiable que se llevan mal, lo cierto es que todos forman una piña; la hija de 16 años de Guillermo, las mellizas Carmen y Guadalupe de 10 años y Borja y sus cuatro hijos. Aprovecho la oportunidad de visitar las instalaciones del nuevo museo de la baronesa Thyssen, de la mano de su director, Guillermo Cervera, mientras rematan los detalles. Cuando hace un año llegaron los tres Cervera, Carmen, Guillermo y Borja, al edificio histórico de 1933 que ocupaba el mítico hotel Valira en el centro urbano de Les Escaldes, sintieron que era el lugar «mi tía enseguida lo visionó y me ha dejado libertad total para dirigir el museo que ocupa lo que fue la cocina del hotel». La entrada a los 500 metros cuadrados, del único museo de arte moderno del país pirenáico, costará 9 euros y dará acceso a una colección valorada, por lo bajo, en 100 millones de euros. Ahora cuelgan fotocopias de las paredes, las obras no llegarán hasta unos días antes de su inauguración el 16 de marzo.

¿Cuando se gesta este museo?Esto viene de 1992 de la primera vez que vienen mis tíos a Andorra a ver a mi padre, que vivía aquí. Mi tío Heini, como gran coleccionista y visionario que era, enseguida dijo que era un lugar perfecto para un museo. Ellos siguieron viniendo a ver a mi padre y también porque les encantó Andorra. Esa puerta quedó abierta. Hace unos años volvimos a abrirla y cuando mi tía decide instalarse, aunque ella siempre ha venido mucho a Andorra, es cuando decide retomar el tema y el gobierno andorrano se lo pone muy fácil. Con el grado de generosidad que tiene mi tía lo que quiere es que se vean sus cuadros. Ella no tiene obras en casa y le hace ilusión porque vive aquí, lleva su nombre y su grado de implicación es total.¿Y por qué elige a su sobrino como director?Yo había estudiado Museologia y ya trabajaba para la Thyssen en Suiza, antes de que fuese a Madrid. Crecí con la colección y participé activamente en muchas de las exposiciones que se hacían y en las adquisiciones, yo les he buscado muchas obras. Mi tía me ha dado libertad absoluta para hacer un concepto nuevo de museo, que está generando tanta expectación que ya tenemos entradas vendidas y varios eventos contratados, teniendo en cuanta que es un espacio acorde con las dimensiones del país.¿Entonces, le han salido los dientes en la colección Thyssen?Casi, casi, la conozco muy bien porque cada cuadro me trae referencias, por ejemplo, el Charles Bell, el hiperrealista que se expondrá al final del recorrido, lo tenía colgado en mi cuarto cuando vivía en Suiza es un cuadro que me impactó por la fuerza que tiene. ¿Quién toma las decisiones?Mi tía, mi primo Borja y yo hablamos el mismo idioma, formamos un tándem y trabajamos codo con codo. Tomamos decisiones a tres bandas, es muy fácil entendernos. Borja y yo, tenemos muy claro la experiencia de su madre. Mi tía ha creado esto y su decisión es muy importante, ella tiene la última palabra. Es la vicepresidenta vitalicia del museo, el presidente es la ministra de cultura de Andorra, yo soy el director artístico del museo y los patronos son, mi tía, mi primo Borja, la ministra y la directora de cultura, el ministro de turismo y Jordi Masia, que es asesor de la colección Thyssen.Curiosamente a su primo Borja le tenemos como un desprendido del arteA él no le agrada tener una participación pública, pero el conocimiento del arte lo tiene porque ha vivido rodeado de arte y se ha formado. Él es empresario y tiene sus ocupaciones pero como patrono participa activamente. Esto es un triángulo en el que comentamos todo.

¿Qué hace diferente este museo?Al tener una capacidad reducida a 25/30 obras no planteamos una exposición fija, si no itinerante que va cambiando cada año. Ahora abrimos con una cronología desde el impresionismo al hiperrealismo. Nosotros nos vamos a nutrir de la colección global de mi tía, que son 1300 cuadros. ¿Y no generará conflicto con los acuerdos que se alcancen en Madrid?No, porque son itinerantes. Los cuadros hay que moverlos, que es lo que estamos reclamando en España. Queremos que la colección Carmen Thyssen coja fuerza, durante muchos años ha estado moviéndose y luego, se paró. Ahora queremos reactivar el tema internacional. Tenemos un museo en Málaga, en Madrid, en Sant Feliu y ahora Andorra porque el de Barcelona está parado por temas políticos. Son museos con un apellido común y no existe una colección privada de esta magnitud con la calidad de obra que contiene y que tenga libertad de movimiento, de ahí que tengamos muchas ofertas. La colección Carmen Thyssen lleva 16 años en el museo Thyssen si la hubiéramos alquilado habríamos sacado un rendimiento, que no es ilícito, de unos 500 millones de euros porque la baronesa no tiene empresas, tiene una colección y ella ha sido muy generosa..¿Un reconocimiento social tipo la concesión del Ducado de Sant Feliu de Guixols o similar, podría congraciarla de nuevo?Ella es una loca de Sant Feliu de Guixols, pero eso no lo sé esas cosas son bonitas creo que evidentemente le gustaría como reconocimiento a una labor pero ella popularmente es muy respetada, son más los temas políticos porque cuando la cultura y la política se juntan, son como mezclar la harina con agua que salen grumos. Por temas políticos a mi tía se la ha tratado de una forma, que la familia consideramos que no es correcta. Sí, la dejan que preste 430 obras valoradas en 1000 millones de euros pero no que esté allí. ¿Su tía se siente querida en Andorra?Aquí la gente la adora y la respeta mucho. Se encuentra muy a gusto por la tranquilidad que tiene, se da una vuelta por las tiendas y puede pasear sin tener al fotógrafo pegado que te coge mal porque ella es muy asequible si le piden una foto, no tiene inconveniente en pararse. Aquí la gente es muy respetuosa, además, como lleva muchos años viniendo tiene sus amistades.¿Su tía esquía? No esquía aunque le gusta, pero es que es tan activa que una lesión no podría permitírsela, date cuenta que su agenda es tremenda.¿Es feliz aquí?Sí, porque disfruta y tiene la tranquilidad que le hacía falta. Mis primas son felices y están integradas en el país porque tienen sus amigos del colegio y los fines de semana tienen sus planes. Son unas niñas estupendas. ¿Las niñas se sienten andorranas?Se sienten americanas, a ellas cuando les preguntan siempre dicen «somos americanas» por la originalidad y porque es verdad, pero aquí están muy integradas, piensa que van a la escuela y crean vínculos con los compañeros. Ellas esquían estupendamente y lo disfrutan mucho en Andorra.Intuyo que este buen ambiente y el malestar que su tía siente en España, ¿puede que le haga inclinar la balanza?Hombre son factores que sumados tienen mucha fuerza. Si no estás muy a gusto en un sitio y en otro sí, la balanza la vas girando, eso es verdad, pero ella sigue manteniendo su grado de compromiso con España. ¿Qué siente su tía cuando vende un cuadro?Lo pasa muy mal porque a un coleccionista le gusta comprar no vender. Cuando se vendió el Constable hace unos años, que era un cuadro que dentro de su colección era el que menos encajaba entre comillas, porque era del romanticismo inglés, mi tía lo pasó fatal. Si hubiéramos tenido la opción de mover la colección en otros países le habríamos sacado un rendimiento y quizás no habríamos tenido la necesidad de venderlo porque te dejan que dejes los cuadros gratis pero no te dejan moverlos y mientras, el fisco viene por detrás, por eso ella pide que ésto se revise que más ha de hacer. Burro y apaleado. ¿Ya tienen el plan B para llevarse la colección?Realmente no es lo que se quiere. Esta colección tiene ofertas de muchos lugares y si mi tía no se la ha llevado en 16 años es porque se siente vinculada al Museo Thyssen y le sabe mal desvincularse. Ella tiene esa idea romántica de compromiso con España, quiere que la gente disfrute de sus cuadros en España. Veremos qué pasa en estas conversaciones que estamos teniendo. DestacadoLa primera exposición con la que se inaugurará el nuevo museo de la baronesa Thyssen en Andorra, comienza con grandes nombres del impresionismo francés Monet, Gaugen, Signat o Sisley, «y recorremos 90 años del arte hasta el hiperrealismo con ayuda de pantallas digitales y audio guías que nos ayudarán a dar información complementaria. Buscamos la parte didáctica del arte y ponemos la tecnología digital para atraer a nuevas generaciones. Gracias a las dimensiones del museo podemos dar mucha información de cada obra. La estrella de la exposición será «Conversaciones bajo los olivos» de Henri Matisse. Un cuadro fauvista de 100 x 82 centímetros, que se expondrá en solitario en una pared y viene del Thyssen de Madrid». A la inauguración el 16 de marzo para 250 personas, se ha invitado a la Casa Real española