El PIB del trabajo doméstico y de cuidados del año 2015 se estima en 50.321 millones de euros. De considerarse estas tareas domésticas, el PIB catalán se hubiera incrementado un mínimo del 23,4% pasando de los  214.927 millones de euros a los 265.248 millones. Estas son algunas de las conclusiones del estudio “Cuantificación económica del trabajo doméstico y del cuidado de personas no remunerado en Cataluña” presentado por el Observatorio Mujer, Empresa y Economía de la Cámara de Comercio de Barcelona y el Instituto Catalán de las Mujeres. El informe pretende poner en valor las tareas de cuidado del hogar y la familia no tienen valor económico en el mercado laboral y subrayar la importancia de la desigualdad en la distribución de estas tareas no remuneradas entre hombres y mujeres.

El estudio pone de manifiesto que la realización de las tareas domésticas y familiares sigue recayendo mayoritariamente sobre la población femenina, con independencia de su edad, situación laboral, tipo de hogar o nivel de estudios. El tiempo medio diario que las mujeres dedican al trabajo doméstico no remunerado si que desciende a medida que aumenta el nivel educativo de los miembros del hogar.

Las mujeres aportan el 67% del PIB de la economía doméstica y de cuidados frente el 33% de los hombres. Si hubiera una distribución igualitaria de las tareas domésticas y el trabajo remunerado las mujeres podrían obtener unos ingresos salariales brutos un 25% superiores a los actuales. El informe denuncia que esta distribución desigual de las tareas domésticas acaba teniendo un coste para las mujeres de 8.852 millones de euros, 2.759 euros anuales por mujer.

En los hogares con niños menores de diez años, se perpetua el modelo tradicional de distribución de tareas, el hombre trabaja más horas fuera de casa y la mujer más horas dentro de casa, dando como resultado una carga total de trabajo (en casa y fuera de casa) superior en una hora diaria en el caso de las mujeres.

Tendencia positiva

Entre la primera Encuesta de Usos del Tiempo (2002-2003) y la segunda (2010-2011), se observa una aumento gradual de la dedicación de los hombres a las tareas del hogar y la familia (23 minutos más), que prácticamente coincide con la disminución de tiempo de las mujeres.

El informe detecta que la tendencia es positiva, pero el ritmo lento. Si el año 2011 las mujeres dedicaban 1 hora y 52 minutos diarios más que los hombres al hogar y la familia, a un ritmo de reducción de 2,9 minutos por año, se alcanzaría la igualdad en cuatro décadas. Pero según los responsables del estudio, el cambio en la corresponsabilidad en las nuevas generaciones se están produciendo a un ritmo más elevado.