Mariano Guindal presenta El declive de los dioses, una obra en la que revive los sucesos políticos y económicos más relevantes desde el final del franquismo hasta nuestros días desde el punto de vista de un periodista económico con cuarenta años de experiencia y que ha informado sobre cuatro crisis económicas, desde el shock petrolífero de 1973 hasta la quiebra de Lehman Brothers. Algunos aún recuerdan a Guindal como el periodista que disparó la expropiación de Rumasa. Las palabras “Soy Mariano Guindal, de la Vanguardia, y tengo tres preguntas para usted”, que el autor dirigió al exministro Miguel Boyer, son parte de la historia del periodismo.

En El declive de los dioses, Guindal repasa los casi cuarenta años que van desde el asesinato a Carrero Blanco hasta la crisis económica que se sufre hoy. Cuenta cómo las familias ricas en España son, con pocas excepciones, las mismas en la democracia que en el franquismo: los Botín, March, Entrecanales, Del Pino, Koplowitz, etc. A este respecto, en una conversación entre el periodista y José María Aznar, el expresidente del Gobierno le comentó a éste: “La derecha económica no existe. Los ricos no quieren tener enfrentamientos con el poder”.

Entre otras perlas, Guindal narra cómo la ex primera ministra británica Margaret Thatcher aconsejó a Felipe González sobre la estrategia que debía seguir para entrar en la Comunidad Económica Europea. “Felipo (Thatcher le llamaba Felipo, sin que nadie se atreviese a sacarla de su error), cómo van las negociaciones”. “Mal, Margaret, muy mal. Están atascadas en el capítulo agrario, en la leche y en todo lo referente a la siderurgia’”. Como Margaret Thatcher no le entendía, González ilustró la situación de España sirviéndose de la parábola del peregrino en silla de ruedas que va a visitar a la virgen de Lourdes para que le cure de su cojera y en la cuesta que conduce a la basílica se cae pendiente abajo. “¡Virgencita”, pide el peregrino cuando al fin consigue llegar, “que me quede como estoy!”. Thatcher estalla en carcajadas y contesta: “Felipo, ahora ya le entiendo lo que me quiere decir. Haga usted lo mismo que yo: entre en Europa y después siga negociando lo que no le han impuesto. Tenga en cuenta que aquí hay dos negociaciones, la que se hace desde fuera y la que se hace desde dentro”. Después de esta conversación, González cerró el trato para entrar en la CEE pese a que muchos creían que España salía perdiendo. “Hay que entrar a cualquier precio”, decía González; “después, ya veremos”.

Guindal cuenta cómo Osama Bin Laden, asesinado por soldados estadounidense el 1 de mayo pasado y cerebro del atentado contra las Torres Gemelas, trabajó como director general de ventas en Iberia. Manuel Prado y Colón de Carvajal, presidente de Iberia entre 1976 y 1978, tuvo la idea de de crear una línea entre Madrid y Riad. Un año después, su sucesor, Enrique de Guzman, abrió una oficina en la capital saudí. Juan Antonio Peláez Bohigas cuenta al peridista: “Se eligió a un joven muy religioso y estricto con las leyes del Corán, de una familia muy rica, como director general de ventas, que pasó a ser empleado de Iberia y cuyo nombre era Osama Bin Laden”. “¿El líder de Al Qaeda?”. “El mismo”. “¿Y qué hacía?”. “Apenas aparecía por la oficina”.

Guindal repasa la alianza de José María Aznar con el llamado “sindicato del crimen”. El propósito era echar a Felipe González del poder. Para lo cual los directores de varios medios de comunicación (Pablo Sebastián, de El Independiente; José Luis Gutiérrez, de Diario 16; Manuel Martín Ferrand, de Antena 3; Pedro J. Ramírez, de El Mundo, y Luis María Ansón, de ABC) coordinaron sus acciones y ampliaron el espectro de lo admisible cuando informaban sobre los diversos escándalos de los que se podía culpar al PSOE (Ibercorp, Fondos Reservados, Filesa, Roldán, etc.), informaciones que Aznar utilizaba como arma arrojadiza. Igualmente explica el modo como Rodrigo Rato se las arregló para colocar a amigos en las cúpulas de las empresas recientemente privatizadas para seguir influyendo en ellas ahora que habían dejado de ser públicas. Se puso a Juan Villalonga al frente de Telefónica, a Miguel Blesa en Caja Madrid, a Francisco González en Argentaria, a César Alierta en Tabacalera, etc. Por lo común, lo primero que hicieron estos nuevos directores fue subirse el sueldo; el caso más sonado fue el de Juan Villalonga, que se convirtió en millonario con las stock options.

A lo largo de 500 páginas, Mariano Guindal ofrece datos desconocidos y puntos de vista insólitos sobre los acontecimientos más importantes de la historia reciente de España. Después de casi cuarenta años en La Vanguardia (muchos de los cuales como redactor jefe de Economía y editorialista), Guindal colabora actualmente con El Economista, es asesor de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, e imparte el Máster de Periodismo Económico de la Universidad Complutense de Madrid. Entre los premios que ha recibido, destacan el Vodafone de Periodismo por toda su trayectoria y el Schroeders de Periodismo Económico y Financiero de 2007.