A menos de una semana para que Mariano Rajoy jure su cargo como presidente del Gobierno, las instituciones internacionales comienzan a enviarle los primeros “deberes” para que España salga de la situación crítica en la que se encuentra. Así el Fondo Monetario Internacional  (FMI) le pide como una de las primeras medidas a realizar una reforma laboral –dado el elevado nivel de paro-; la Comisión Europea, ante el mismo problema del mercado laboral y con el debate abierto ya en nuestro país, cree que el “mini-empleo” podría ser una solución para solucionar el problema del desempleo de los jóvenes; y el Banco Central Europeo (BCE) exige al nuevo Ejecutivo español que elabore en el menor tiempo posible los Presupuestos Generales del Estado de 2012.

El FMI considera la reforma laboral como una “prioridad” que debe acometerse “con rapidez”. La institución dirigida por Christine Lagarde pide a Rajoy que realice todas las reformas estructurales que el país necesita. El portavoz de la institución, David Hawley, explicó este jueves que también Rajoy y su equipo deben hacer “lo necesario” para que los objetivos presupuestarios que se diseñen sean “creíbles”, e insistió en la necesidad de continuar con la reforma del sistema financiero.

De momento, el FMI no está negociando  con España fórmulas de financiación ante un posible rescate, dado que en el Fondo no creen que esta posibilidad llegue a producirse.

También sobre el diseño de los presupuestos del año que viene –dado que el adelanto de las elecciones no hizo posible su elaboración y posterior tramitación parlamentaria- son una prioridad para el BCE, que aconseja al futuro Gobierno su elaboración  “en breve”, sin olvidar que deben que ser “convincentes” y que sean compatibles con el objetivo de reducir el déficit público al 4,4%.

El BCE es consciente en sus recomendaciones del riesgo que se puedan producir desviaciones del objetivo de déficit ante las dificultades económicas que atraviesa la economía española y las amenazas de recesión que se ciernen sobre los países de toda la eurozona en 2012.

El boletín mensual del BCE correspondiente a diciembre, refiriéndose a España, explica para la elaboración de las cuentas públicas de 2012 que deben contener unas “previsiones prudentes” tanto sobre el crecimiento económico como sobre los ingresos fiscales, algo que debe hacerse extensible a las comunidades autónomas, las cuales deben establecer unos ingresos “realistas” para el próximo ejercicio.

La institución presidida por Mario Draghi confirma que España está logrando una contracción del gasto público, como lo demuestran los recientes datos sobre ejecución presupuestaria y cuentas públicas. Lo que no evita advertir a nuestro país sobre el “riesgo de desviaciones” del objetivo de lograr reducir el déficit al 6% en 2011, ante el descenso que se está produciendo en los ingresos fiscales por el menor ritmo de crecimiento de la economía.

Mercado laboral

Junto al consejo del FMI de realizar una reforma laboral con urgencia (Rajoy ya ha pedido a empresarios y sindicatos que alcancen un acuerdo entorno a Reyes), el comisario europeo de Empleo, László Andor, ha reconocido que los “empleos de 400 euros” pueden ser una solución para el paro juvenil en España.

La propuesta de los denominados “mini-empleos” está siendo defendida en las últimas semanas por el presidente de la CEOE, Juan Rosell, pese al rechazo en redondo de los sindicatos, en considerada en Bruselas como una posible salida al más del 40% de los jóvenes con menos de 25 años que no encuentran empleo en España.

No obstante, Andor recomienda que de sacar adelante este tipo de contratación se acompañe  con medidas que mejoren la formación y la realización de prácticas, sin olvidar un mejor aprovechamiento de los fondos europeos que recibe el país para crear puestos de trabajo. “No creemos en una solución única”, concreto el comisario de Empleo, para quien el riesgo de una “generación perdida” es el problema más apremiante.

Cabe recordar que ya el pasado mes de agosto, el propio BCE remitió una carta al Gobierno español en la que se pedían acciones contra el desempleo a cambio de reactivar su programa de compra de deuda española. Sin duda Rajoy ya tomó nota entonces de por dónde deberían ir sus primeras reformas.

En dicha misiva, el BCE –entonces dirigido por Jean Claude Trichet- recomendaba bajar la masa salarial y cambiar la regulación de los contratos formativos de los jóvenes. En esa dirección han sido las peticiones de Rajoy a los líderes de CEOE, Juan Rosell, y de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, aunque también con cambios en la estructura de la negociación colectiva, para que los convenios de empresa sean determinantes a la hora de lograr la flexibilidad interna que necesita el mercado laboral español.