Uno reduce sus posiciones y el otro quiere más. Uno es el Santander, que vendió su filial en Colombia, que apenas aportaba el 0,5% del resultado del grupo. El otro es el BBVA, que tantea una adquisición en ese país, dentro de su estrategia de incrementar el peso, y la aportación, de América del Sur en el grupo. Además de Colombia, el equipo del BBVA para América Latina, que dirige Vicente Rodero, se ha fijado en Chile. El objetivo es aumentar de forma significativa la cuota de mercado en América Latina. Y si para ello resulta necesario hacer una adquisición, se afrontará la inversión. Siempre y cuando el precio sea razonable. Que no están los tiempos para hacer locuras.

El BBVA mostró interés por el colombiano Colpatria, pero terminó desistiendo ya que esta entidad sólo estaba dispuesta a desprenderse de una participación, no de todo el capital, y buscaba fundamentalmente un socio internacional. El BBVA llegó a Colombia hace ya 16 años y en 2005 adquirió Granahorrar. En la actualidad tiene una cuota de mercado del 10%. Para incrementarla, el BBVA está rastreando entidades en venta. Una de ellas es la filial del británico HSBC.

Mientras se concreta una adquisición, el BBVA seguirá tratando de arañar cuota de mercado a los bancos que operan en Colombia. ¿Cómo? Con una veintena de sucursales más (frente a las nueve abiertas en 2011), con la implantación indirecta a través de corresponsales no bancarios, y con el acento puesto en las tarjetas de crédito (donde ha ganado 1,36 puntos de cuota en 2011), financiación del consumo (1,34 puntos de ganancia), hipotecas (donde ya tiene el 18,3% del mercado) y empresas.
Otro de los países donde el BBVA quiere más presencia es Chile, donde le supera el Santander. El problema es que no hay entidades interesantes en venta, y los precios no cumplen con el requisito de ser “razonable”.

«Comprar cuotas de mercado en Latinoamérica en este momento es un buen negocio», afirmó Vicente Rodero durante su intervención en el seminario «Chile, puerta de América», organizado por el BBVA y el Grupo Prisa a finales del pasado año. El modelo de “banca universal” que practica el BBVA “necesita de tamaños cada vez mayores para sacarle rendimiento», argumentaba.
En el resto de América del Sur el BBVA no contempla adquisiciones. En Uruguay, compró en 2010 la filial del francés Crédit Agricole en el país,  lo que le ha permitido colocarse como el segundo mayor banco privado, sólo superado por el Santander. En Perú, el BBVA tiene una participación del 22%, que se considera satisfactoria. Lo mismo sucede con la presencia en Venezuela, Paraguay y Argentina.

El BBVA reconoce que Brasil continúa siendo “la asignatura pendiente” del grupo en América Latina. El banco vendió su filial brasileña poco tiempo después de que su gran competidor, el Santander, se hiciera con el control de Banespa, entidad cuya compra fue descartada en su momento por el equipo de Francisco González. Ahora el Santander es uno de los mayores bancos privados de Brasil, país que encabeza la aportación de resultados del grupo, por encima del Reino Unido, Europa continental, México y España.
Pero desde el BBVA no ahorran comparaciones con el Santander. Mientras el gran competidor vende la filial en Colombia al chileno Corpbanca por 1.225 millones de dólares, realiza  colocaciones de paquetes de acciones de su banco en Chile, y acomete otras operaciones que reducen el peso de América Latina en el grupo, la estrategia del BBVA en la zona es justamente la contraria. Quiere incrementar la presencia en América del Sur, con adquisiciones si fuera necesario.