La reforma del sector financiero, prevista para el Consejo de Ministros de este viernes, podría adelantarse a este jueves, según algunas fuentes financieras. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó a principios de la semana que la reforma del sector financiero se aprobará «en la semana que entra» y aunque no ofreció más detalles se da por hecho que incrementará las exigencias de provisión a la banca en unos 50.000 millones de euros. Este aumento busca que las entidades financieras puedan afrontar eventuales pérdidas por su exposición al ladrillo, tal y como adelantó el ministro de Economía, Luis de Guindos.

El Gobierno permitirá a las entidades financieras elegir entre la posibilidad de cargar las mayores exigencias de provisión sobre beneficios o sobre el capital para sanear sus balances ante el deterioro del sector inmobiliario. Concretamente, estudia dar un plazo de dos años a las que decidan cargar las provisiones sobre los beneficios, y establecer un periodo inferior para las que las detraigan del capital.

Junto a esto se exigirá no sólo un aumento de provisiones sobre los pisos y efectos inmobiliarios que se han quedado por el impago de los créditos o canje, sino también que provisionen parte de los préstamos concedidos al sector inmobiliario que están al corriente de los pagos. Algunas fuentes estiman que  para estos préstamos «buenos» se pedirá una provisión del 7%, mientras que para cubrir los activos inmobiliarios se podría pasar del 30% actual al 50 o 55%.

El Gobierno busca un redimensionamiento del sector, como ya ha apuntado en varias ocasiones, y favorecerá las fusiones. La intención es incentivarlas aumentando el tiempo a las entidades que opten por ello para limpiar sus balances, que podría pasar de un año a dos. También se facilitarían recursos a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que computarán como capital pero se considerarán préstamos que las entidades tendrán que devolver.