A toda leche

02/02/2012

diarioabierto.es.

Me sorprende –qué quieren que les diga- la rapidez con que el PP está llevando a cabo las reformas en torno a derechos individuales, o al menos las anuncia. Me refiero, a esos temas que siempre han desasosegado a la derecha en este país: aborto, matrimonio homosexual, eduación religiosa, sexo… en el fondo, no se creen que los ciudadanos tengamos la mayoría de edad.

Es verdad que quienes ganan unas elecciones tienen toda la legitimidad del mundo para aplicar el programa con el que han ganado, aunque ello suponga, en opinión de otros, una vuelta atrás.

Dicho eso, no me extraña, por tanto, que el PP dé una vuelta de tuerca al aborto, aunque ello suponga que se considera a la mujer una incapaz para tomar sus propias decisiones. Tampoco que, a estas alturas, Ana Mato, mujer divorciada y se supone que moderna, plantée que sea necesaria, otra vez, la receta médica para la píldora postcoital.

La verdad es que creo que la píldora postcoital es un mal muy menor respecto a otras prácticas para evitar embarazos indeseados. Si de lo que se trata es de las contraindicaciones que tiene su uso, ¿no sería mejor educar a niños y niñas en los placeres y peligros del sexo?

Tampoco me extraña  que quiten la asignatura de ciudadanía. Y esto aunque no me extraña, me parece un error tremendo. Si lo que no les gusta es su contenido, que lo adecuen. Pero rechazar que los jóvenes sean educados como ciudadanos, me parece una barbaridad, máxime cuando de lo que se trata, en el fondo, es de oponer ciudadanía a religión.

Pero sobre todo, lo que me preocupa es la rapidez con que el Gobierno del PP ha entrado en todo esto: Gallardón hablando a los siete días de su nombramiento de endurecer las penas, de considerar adultos a chavales, de pagarse la Justicia, de casarse y descasarse ante un notario, de revisar el matrimonio homosexual (qué manía con el sexo).

Ana Mato, lo mismo con la píldora, el aborto, insinuando el copago sanitario. Cañete preparándose a luchar contra los ecologistas, Montoro sin dejar la herencia pasada…

Es que van a toda leche. Habría que preguntarse por qué tanta prisa en acaparar titulares. La solución en breve.

Yo creo que deberían leer a Gioconda Belli, cuando dice:

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.

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4 pensamientos en “A toda leche

  1. No, no me extraña todo lo que está haciendo la derecha. Detesto lo que hace, pero no me sorprende. Lo que sí me sorprende y apena es que un partido supuestamente de izquierdas no haya gobernado con más coherencia y contundencia durante dos legisladuras. Faltó valencia al tratar temas como la memoria histórica, las relaciones iglesia/estado, libertad religiosa, corona, etc…

    Gracias, Rodolfo.

  2. Lo dijeron en su programa electoral, obtuvieron la mayoría y no lo han dejado aparcado ‘sine die’; parece bastante lógico. Sólo puede parecer raro si se piensa que las campañas electorales no comprometen a nada

  3. En el primer mensaje debemos sustituir «valencia» por «valentía». ¡Maldita autocorrección!.

    Mis disculpas.

  4. Pues creo que es un ejemplo de coherencia, el que hagan lo que prometieron. Se lo deben a sus votantes, que fueron mayoría

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