El Gobierno prevé que la reforma laboral ayude a amortiguar el nuevo golpe de la recesión sobre el empleo. Pero, incluso así, el empeoramiento económico y los efectos del ajuste del déficit se cobrarán nuevos puestos de trabajo, hasta alcanzar la suma de 5,6 millones de parados en 2012, un 11 por ciento más que un año atrás, según las previsiones que el Gobierno ha recogido en el ‘Informe Económico y Financiero’ que acompaña al proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2012 que este martes llegó al Congreso.

Gracias a la reforma, el Gobierno prevé que la caída del empleo sea “sensiblemente inferior” a la que se ha experimentado en el período 2009-2011, en relación con el PIB. “Se espera que los efectos de una mayor flexibilidad debidos a la reforma laboral se dejen sentir”, afirma el Informe, Así, el Ejecutivo espera que “se amortigüen” los efectos de la reducción del PIB sobre el empleo.

Hasta ahora, sin embargo, los datos no parecen acompañar las previsiones del Ejecutivo. Cuando han transcurrido seis semanas desde las entrada en vigor de la reforma, los expedientes de regulación de empleo (ERE) evolucionan a un ritmo “habitual”, según confesó la propia secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, en la presentación este martes de los datos de paro de marzo, que dejan más de 38.750 nuevos parados registrados.

La secretaria de Estado añadió que “ya hay empresas que están descolgándose de los convenios anteriores y están adoptando convenios de empresa” para hacer frente a la crisis, dijo. Sin embargo, Hidalgo no ofreció ningún dato que respalde el uso creciente de la reforma laboral por parte de las empresas para evitar despidos. Todo parece indicar, por tanto, que se trata más bien de un deseo por parte del Gobierno, que de una realidad.

Con todo, según incluye el informe, el menor recurso al despido esperado por el Gobierno tendrá una “contrapartida” negativa. Así, el crecimiento de la productividad será menor que en años anteriores, agrega el Ejecutivo en el informe de unos Presupuestos que están llamados a “cerrar la brecha” en la financiación que sufre la economía española, según confió este martes en el Congreso el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Tijeretazo a la formación para el empleo

El Gobierno detalla en su informe los recortes en otras partidas relacionadas con el empleo. Así, en 2012 se van a dedicar a políticas activas de empleo 5.764,74 millones de euros, lo que supone una caída del 21,3 por ciento, respecto a 2011, afirma.

En el caso de las bonificaciones, el crédito dotado asciende a 2.600 millones de euros, lo que supone un 6,1 por ciento más que el año anterior, detalla el Ejecutivo.

Los créditos para Formación Profesional para el Empleo alcanzan en 2012 la cifra de 1.811,82 millones de euros, lo que supone una disminución con respecto a 2011 del 34,3 por ciento, agrega.

El destino de las cuotas

El Ejecutivo prevé destinar un 50 por ciento de las cuotas de formación profesional que pagan empresas y trabajadores a financiar programas para trabajadores ocupados. En esta partida, se incluyen acciones de apoyo y acompañamiento a la formación, formación en las Administraciones Públicas y los gastos de funcionamiento e inversión de la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo.

El 50 por ciento restante se destinará inicialmente a financiar las acciones formativas dirigidas prioritariamente a trabajadores desempleados y los programas públicos de empleo y formación, añade.

El Gobierno recuerda que el fin de las políticas activas de empleo es lograr la adaptación de los trabajadores a las “nuevas exigencias” tecnológicas y formativas del sistema productivo para conseguir una “mejora constante” de la productividad y de la competitividad de las empresas, en un contexto marcado por una economía “cada vez más abierta”.