La patronal española reclamó hoy desde Portugal a las autoridades europeas que avancen en la emisión de eurobonos, una alternativa defendida por los sindicatos y el ala izquierda de las fuerzas políticas como receta para salir de la crisis. Además, CEOE demandó al Banco Central Europeo (BCE) una acción más decidida en su función como “garante de la liquidez”.

La organización empresarial que preside Juan Rosell se sumó este miércoles al frente que demanda un “bono europeo común”, tal y como lo denominó la empresarial en una nota emitida con ocasión de la cumbre empresarial hispano-lusa que se ha celebrado estos días en Oporto y en la que han participado, además de Rosell y el presidente de la patronal portuguesa CIP, António Saraiva, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy y el primer ministro luso, Pedro Passo Coelho.

Sin embargo, a diferencia de otras voces, la patronal defendió que los eurobonos deben esperar “unos años” a fin de que puedan servir como instrumento de “disciplina fiscal”. Así, CEOE condiciona el lanzamiento de estos bonos de deuda avalada por la UE al cumplimiento “estricto” de las reformas estructurales por parte de los distintos países, además de la mencionada disciplina fiscal.

“Un bono que garantice el funcionamiento correcto de los mercados y al mismo tiempo sea un instrumento de disciplina fiscal”, insiste CEOE.

Menor peso del sector público

Los empresarios españoles y lusos aprovecharon la cumbre para presentar sus recetas a Passos Coelho y Rajoy. Este recetario incluye el apoyo a las reformas emprendidas en ambos países, la apuesto por adelgazar el peso del sector público y moderar salarios y precios. Los empresarios piden además medidas que reactiven el crédito.

En este sentido, los presidentes de ambas patronales recordaron al BCE su papel como “garante de liquidez” y abogaron además por la puesta en marcha del pacto fiscal que restringe el déficit y la deuda de los Estados.

Los empresarios también lanzaron un tímido apoyo a las medidas de crecimiento anunciadas por la UE, que se conocerán el próximo 23 de mayo, tras la cumbre de líderes europeos. Sin embargo, el apoyo de los empresarios más pareció indicar que el crecimiento debe venir de la UE y no de los endeudados Estados.

“Es preciso que se pongan en marcha actuaciones, particularmente a nivel europeo, que impulsen la actividad y favorezcan la reactivación del flujo de crédito”, señalan.

Finalmente, los empresarios prevén que las compañías tendrán que realizar un “importante esfuerzo” en materia de inversiones, por lo que insistieron en la necesidad de que fluya el crédito hacia las empresas.

Ante las próximas reuniones de los líderes europeos, afirman que “el mundo empresarial de España y Portugal espera del Consejo Europeo y del Ecofin una respuesta política a la crisis que despeje todas las dudas sobre la Unión Monetaria”.