Pocas veces es tan clara una capitulación de los alcistas como lo ha sido hoy, con los índices marcando nuevos mínimos y con pérdidas más que abultadas. Hoy ha sido el peor día en seis meses en Wall Street, y miren que ha habido días malos, y nos lo venden como reza en el título, los alcistas capitulan, pero puede esconder alguna sorpresa.

Hace mucho tiempo que digo que en Bolsa nada es como parece y la capitulación de hoy me parece exagerada. Y lo que es mejor: garantiza una apertura a la baja el próximo lunes ante la avalancha de órdenes que se va a generar al haber perforado el último mínimo. Una oportunidad de oro para que los de siempre saquen tajada una vez más. Hoy ha sido otro día de buen volumen lo que significa que ha habido muchas órdenes de compra y que todas se han casado, lo que indica que hay quien está comprando en este momento.

¿Qué piensa quien hoy ha estado rebañando en el lado comprador? Piensa que muchos valores han quedado a muy buenos precios tras la y que puede que estemos ante los últimos días en los que los veamos así. Piensa que está prácticamente garantizado el rebote en la próxima semana y no duden que esperan sacar tajada de él. Y, sobre todo, piensa que la Fed se va a mover en su reunión de junio. Son los «contrarian», que gustan de utilizar la teoría del sentimiento contrario en sus inversiones (y suele salir bien), pero también hay peces gordos porque el volumen que se ha absorbido entre ayer y hoy no es digerible sólo por los «contrarian».

Y una vez dicho todo esto, ¿qué está pasando? Hay quien dice que la historia tiene que ver con la visita de Soraya Sáenz de Santamaría a Estados Unidos y se han apresurado a calificar a la vicepresidenta como un gafe, pero me temo que no van por ahí los tiros. La recuperación en Estados Unidos es aún lenta, con un mercado de trabajo que no termina de despegar y con un mercado interior aún muy renqueante. China, como pasa con Alemania, es la «gran esperanza blanca», pero sus fábricas también empiezan a notar un bajón de pedidos procedentes del «primer mundo», lo que llevará a un crecimiento menos acelerado que hasta ahora y dará al traste con muchas de las previsiones de empresas para este año. Simple y rocambolesco al mismo tiempo, como el mismo mercado.

Por su parte, técnicamente, el S&P 500 y el Dow Jones pueden haber sobrepasado una línea crítica, la que separa el bien del mal y hace que el mercado sea considerado oficialmente bajista de corto plazo por los seguidores de las ondas de Elliott, aunque esto nunca es seguro porque son posibles varios conteos distintos y alguno de ellos es compatible aún con una tendencia alcista de corto plazo. El Nasdaq 100 y el Composite no han roto esta barrera aún, lo que otorga alguna posibilidad aún al conjunto del mercado, pero poco a poco se van teniendo menos clavos a los que agarrarse. Prometo intentar representar los posibles conteos durante el fin de semana y si aún sigue interesando se los pondré el lunes.

Al cierre, el Dow perdió un 2,22%, el S&P 500 un 2,46% y el Nasdaq Composite un 2,82%. Las cifras parecen reflejar claramente que los alcistas capitulan, al menos aparentemente. Dejemos pasar un par de sesiones y volvamos entonces a hacer balance.