Los índices americanos han pasado toda la sesión queriendo reaccionar y se han cogido al ISM como un clavo ardiendo a pesar de que el dato tampoco ha sido nada del otro mundo. Parece que hoy bastaba con cosas que no fueran malas, porque la conferencia telefónica del G-7 no ha dado de sí tampoco y parecía que había muchas esperanzas puestas en esta «cita».

Y tanto han querido reaccionar que al final lo han hecho, claramente en el caso del Nasdaq Composite y el S&P 500 y mucho más remolón el Dow Jones, pero seguimos sin un volumen que pueda contribuir a disminuir las dudas y alejar un poco los miedos. Se antoja que todo es demasiado frágil y que en cualquier momento, cualquier mal gasto puede hacer que todo se vaya abajo.

Tampoco está claro que se esté produciendo un posicionamiento de las manos fuertes que, salvo en el caso del S&P, parecen haberse alejado del mercado hasta que se aclaren algunas circunstancias.

Pues bien, a pesar de todos los pesares me pasa exactamente lo mismo que ayer. Mi memoria visual ve el gráfico y me susurra al oído «esto ya lo has visto antes». Pero ¿qué he visto antes?, ¿una salida hacia arriba en tromba o un derrumbe espectacular? Para ser sinceros, de ambas cosas he visto. Más de la primera que de la segunda, pero de ambas. Sin embargo, hay algo que me lleva a pensar que tendremos un tramo al alza y eso es que nunca claudicó Wall Street sin siquiera intentar la reacción. Creo sinceramente que nos acercaremos a los máximos y que una vez por esa zona habrá que tomar decisiones.

Mucho de lo que ocurra entonces tiene que ver con Europa. George Soros daba ayer a la UE tres meses para resolver la situación si no quiere que el euro salte por los aires. Yo creo que tiene algo menos y que mucho de lo que ocurra se va a ver mucho antes: en 18 de junio con el escrutinio de las elecciones griegas. El segundo hito será la cumbre de finales de mes y ya entonces tendremos una idea más o menos definida de qué van a decidir los mercados, si hacia arriba o hacia abajo.

De momento, hoy tocó hacia arriba y esta vez con unanimidad. El Dow Jones avanzó un 0,22%, el S&P 500 un 0,57% y el Nasdaq Composite un 0,66%. Wall Street está queriendo reaccionar, pero hay mucho lastre aún que le impide hacer las cosas de forma más decidida.