A Gauguin van los reyes

05/10/2012

Carmen Duerto. La apertura al público es el próximo martes 9, pero la inauguración oficial será el lunes con la asistencia de los reyes. De esta forma también celebran el 20 aniversario de la creación del Museo Thyssen, que tiene como patrona desde sus comienzos a la Infanta doña Pilar.

Ante la desaparición de su gran aliado y “mecenas” Caja Madrid, el Thyssen ha buscado en Telefónica el apoyo económico que le ha permitido recopilar obras de museos y colecciones privadas de USA, Alemania, Suecia o Israel, para que “Gauguin y el viaje a lo exótico” sea una realidad. Los organizadores han sido tan exhaustivos que han recorrido “in situ” los parajes de Tahití en los que se inspiró el pintor.

Todo en el paisaje me deslumbraba y me cegaba” esa es la primera impresión que deja escrita Paul Gauguin del impacto que le produjo Tahití en 1891. Buscaba un paraíso y aunque conozcamos la historia de su desencanto porque llegó a la conclusión que los paraísos no existen, este recorrido por “su sueño” es interesante.

Gauguin y el viaje a lo exótico” propone explorar la contribución de lo exótico al inicio de la modernidad. Sumergidos como estamos en la segunda década del siglo XXI, un siglo en el que el mundo parece haber perdido sus antiguos límites, cuesta creer que a finales del siglo XIX la atracción por lo exótico, la seducción por todo lo que tenía de diferente y extraño, se convirtiera en una fórmula moderna de transformación.

Sin embargo, en los círculos artísticos y literarios parisienses más radicales triunfaba lo exótico. Baudelaire invitaba incesantemente al viaje. Rimbaud, Flaubert o Claudel miraban hacia Oriente. Las Exposiciones Universales y Coloniales mostraban las manifestaciones de la diversidad colonial y estimulaban la imaginación de los creadores más despiertos. Y entretanto, Gauguin no dejaba de soñar. Soñaba en recuperar algún día sus orígenes primitivos y salvajes. Soñaba, junto a su amigo Van Gogh, en crear un atelier des tropiques en algún lugar lejano para recobrar de una vez por todas el verdadero sentido del arte. Y, sobre todo, soñaba con viajar a los confines en busca de lo exótico.



Incluso, cuando finalmente decidió viajar a los Mares del Sur, Gauguin no dejaría de soñar. En eso consistió su radical apuesta. Al descubrir que, por el avance de la colonización, la cultura maorí estaba en proceso de desaparición, decide reconstruir en su pintura el Tahití de sus sueños. Como se podrá comprobar en nuestra exposición, desde su particular estudio de los trópicos”, Gauguin convirtió aquellas lejanas tierras en una utópica Edad de Oro o en un exótico Jardín del Edén, en un paraíso cargado de fragancias y explosiones cromáticas.

La exposición, abierta hasta el 13 de enero de 2013 en el Museo Thyssen de Madrid en el Paseo del Prado 8, presenta 111 obras del propio Paul Gauguin y de otros artistas como Emil Nolde, Henri Matisse, Wassily Kandinsky, Paul Klee y August Macke.

¿Te ha parecido interesante?

(Sin votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.