Me habrán leído en infinidad de ocasiones que el mercado que manda en el resto es el norteamericano y que los demás, salvo excepciones aisladas y puntuales, se dedican a seguir la estela marcada desde Wall Street. Pues hoy es un buen ejemplo de esto. El seguidismo de Wall Street ha hecho frenar en seco a los mercados europeos, que hasta ayer subían desbocados.

Lo ocurrido en los últimos días puede ser considerado una excepción. Que el Dax haya marcado máximos plurianuales mientras los índices americanos están lejos de ellos es algo insólito y que en realidad supone un aviso a navegantes de que esto se va a parar (si no a bajar) para esperar a los yankees.

El caso es que esta mañana el Ibex y el Mibtel italiano trataron de hacer valer su condición de «outsider» para desentenderse del movimiento a la baja del Dax y aportar por nuevas subidas. Pero desde media mañana se tuvieron que rendir a la evidencia de que no tienen fuerzas (ni dinero) para desafiar a nadie, así que retrocedieron y aunque se comportaron con mayor dignidad que el propio índice alemán, quedaron sujetos a la disciplina del Dax que, a su vez, hoy se ha sometido al dictamen de Wall Street.

Con las cosas así, solo se puede esperar una corrección.¿Hasta dónde? Sinceramente creo que hasta donde el abismo fiscal nos lleve porque la excusa es perfecta y desde Estados Unidos no llegan precisamente buenas noticias. Cada vez parece más cercana la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo antes de fin de año, lo que coloca las cosas en un lugar muy delicado.

Europa, obviamente, tiene poco que ofrecer para contrarrestar el peso negativo del Fiscal Cliff. El acuerdo sobre el supervisor único es tan limitado que apenas ha conseguido generar entusiasmo. Alemania se ha salido con la suya y ahora habrá que leer la «letra pequeña» para saber lo que realmente se ha acordado, que suele haber sorpresas.

De momento, parece que el BCE podrá supervisar en la práctica a quien quiera si es que tiene problemas, aunque oficialmente solo tenga autoridad para hacerlo con las entidades sistémicas. Y también parece que puede actuar porque se lo pida un país. No se muy bien por qué, pero no veo a nadie diciéndole a Draghi que entre a saco en los bancos de los lander alemanes. No hay lo que se tiene que tener, pero ya aviso que si alguien lo tuviera, el resultado sería que en Alemania tienen su propia versión de las cajas españolas.

Ya les digo, habrá que ver los textos de forma un poco crítica, que dice la señora Merkel que es un gran avance y eso siempre anima a pensar que nos están engañando una vez más.

Al cierre, el Ibex logró mantenerse en positivo contra viento y marea, en tanto que el resto de índices de referencia se rendían al rojo. El Dax se dejó un 0,43%, el FTSE un 0,27%, el CAC un 0,10% y el Ibex avanzó un 0,38%. Ya ven, seguidismo de Wall Street mayoritario y con el Ibex de rebelde. A ver lo que le dura la rebeldía.